domingo, 21 de junio de 2009

Capítulo 7

Capítulo 7

LA VERDAD


Los dos tenían muchísimo miedo, aunque no por el mismo motivo.
Mientras ella lo sentía por su vida, él en cambio por un nuevo y extraño sentimiento.
Al verla, vio a una chica de su edad, todo en ella era muy bello, su rostro, su piel, su cabello, pero sobretodo sus ojos. Esos ojos cristalinos llenos de vida y luz.
Nicolas no sabía que le estaba pasando, estaba perdiendo facultades. No podía matarla, no podía hacerle daño. Pero esto no fue lo que mas le asustó, se sentía impulsado a protegerla de todo mal, pero sobretodo de el mismo. Y encima sabía todo lo que había pasado le parecía un *deja vú.
Sin poder contenerse más salio corriendo, debía huir de allí escapar de todo aquello.
Debía huir al cuartel e informarse a fondo, seguramente no le habrían contado toda la verdad, seguro que su padre había mandado que solo le contasen lo imprescindible. Por sus vidas se lo dirían, mas les valía sino querían que toda su furia y frustración cayera sobre ellos.
En ese mismo momento, Chris estaba atontada. No entendía nada de lo que había sucedido. Primero pensaba que la iba a matar una sombra. Después la sombra se detuvo justo en el momento en él que creía que estaba perdida. Y al final resultó que lo que la perseguía era un misterioso chico, que parecía poco mayor que ella.
Pero por raro que pareciera, lo que mas le había impresionado aquella noche fue la conexión que hubo entre sus miradas. Sus ojos azules siempre habían llamado la atención halla donde fuese por su inusual brillo y color.
Y justo, ese día, estos se acababan de encontrar con sus antagonistas. Unos ojos sin expresión y sin color.
En realidad sentía pena por ese chico. No podía odiarle. Debía de haber vivido una triste y pobre vida.
Poco después se subió en el autobús de vuelta a casa mirando a todos los lados sin parar y muerta de miedo. Había sido un día agitado y agotador. No tenía fuerzas para más y aun estan mas aterroriza que nunca en su vida en unos pocos instantes se sumió en un profundo sueño del que solo la despertaría el conductor al llegar a Getafe.
Era muy tarde, las tres de la mañana, seguía muy alterada.
No podía ir a cada de Amy porque no quería asustarla, pero tampoco quería ir a su casa, ya que sus padres sabrian que les había engañado.
Solo le quedaba una solución


Clik.
Leo se despertó de repente. Hbía escuchado un ruido. Miró a su alrededor, al no ver nada volvió a dormirse cuando...
Clik.
Se levantó rapidamente y miró a su alrededor, buscando de donde venía en sonido.
Clik.
Miró a la ventana. Juraría que había venido de hay el ruido.
Cogío el bate de beisbol que tenía al lado y se aproximó a ella.
Al mirar vío a Cris con un puñado de piedrecitas en la mano.
Leo se relajo, pero al instante se volvió a poner tenso ¿Qué haría Cris a esas horas en la calle y en se cas?
Abrió la ventana y una piedrecita le impacto en toda la frente.
-¡Mierda Cris que ya me has despertado puedes para!- Dijo mientras se frotaba la frente.
Cris se sobresalto al ver que estaba allí.
-¡Lo siento Leo! No te vi- susurro.
-Esta bien no pasa nada ¿Pero que puedo saber que haces en mi casa a estas horas?
-Es que...no sabía a quien acudir...mis padres..¡Oh como se enteren! no quiero preocupar a nadie ...-Seguía hablando nerviosa, pero Leo la paró.
-¡Espera, espera! ¿No querías preocupar a nadie?
Esta bien, entra por la ventana y me lo cuentas todo.
Cris subio rápido la enredadera de la casa de Leo, teniendo practica, ya que de pequeños jugaban a ver quién era el que antes trepaba.
Al entrar Cris vió la misma habitación en la que siempre se escondía cuando tenía un problema y esta vez no iba a ser una excepción.
Leo estaba sentado en la cama poniendose su camiseta y Cris vió con la luz de la luna, su torso y musculos bien formados y pensó como podía tener esos musculos sin ir ninguna vez al ginasio y comiendo toda la comida basura que quería. En definitiva, el chico era raro.
Leo se la quedó mirando y ella se sento a su lado sintiendose por primera vez segura en toda la noche.
Leo le dio una mirada para que empezara a hablar.
-Veras...puff como empiezo...hay algo que no te he contado- empezó sin mirarle a los ojos- El otro día mis fotos de cuando era pequeña me fije que no hay ninguna con menos de------o con mi madre embarazaday empeze a buscarlas, cuando en un escalón encontre unos papeles- se detuvo para mirar a Leo, pero este estaba pensativo y no la miraba, ella siguió. Eran los papeles de mi adopción en un antiguo orfanato en un pueblo escondido y pequeño. No se lo conté a mis padres, solo se lo dije a Amy y decidí investigar por mi cuenta. Fuí hasta allí y hablé con la antigua cuidadora y me contó la catastrofe que pasó cuando yo me fuí. La cosa es que cuando salí del antiguo orfanato ya era de noche y sentí como alguien me seguía, corri hasta que llegue a un callejón sin salida, al acercarse vi que llevaba una espada y era un chico joven, de unos años más que nosotros, pero cuando me vió la cara se fue corriendo y...-
-¡Espera! ¡Espera! ¿Me estas diciendo que fuiste tu sola hasta allí? ¿ por la noche?- Leo sacudío la cabeza con impotencia.
Cris se quedo estrañada, ya era mayorcita para ir a donde quisiera ella sola.
-Leo soy lo suficientemente..-Leo la cortó.
-¡Si, ya lo veo!¡Sales tu sola y van y te ententa matar!- Leo se tranquilizo un poco- dijiste que llevaba una espada no.
-Si sería un loco que se habría escapado del siquiatrico o yo que se pero...-
-Como era- Dijo con voz grave.
A Cris no le gustaba nada como se estaba poniendo.
-Pes...tenía el pelo castaño, alta, guapo y con unos ojos grises que daban verdadero miedo- Cris se quedo ensemismada imaginandose de nuevo esos ojos que tantas emociones escondian.
Leo se levanto de improvisto de la cama y muy furioso empezó a dar golpes a todo lo que veía.
-¡Lo sabía!¡Se lo dije!¡Les dije que esto pasaría, que tarde o temprano te acabarían encontrando, pero no, ellos no me hicieron caso, dijeron que no pasaría que pensaban que estabas muerta y mira sia pasado! - Leo seguía despotricando cuando se escucharon unos pasos en el pasillo.
Los dos se quedaron quietos, atentos. Cuando derepente la puerta fue hechada abajo y aparecieron dos personas con espadas...¿¡ESPADAS?!
-¡Que esta pasando...!- El padre de Leo dijo con la espada en alto hasta que se dió cuenta de que en la habitación solo estaban ellos dos y al ver a Cris escondio tras su espalda la espada.
-H-Hola chicos- dijo nervioso-¿Ha que vienen esos ruidos a estas horas y que haces aqui Cristal?
-Si cielo ya es muy tarde para estar dando esas voces- Estaba diciendo la madre de Leo mientras que también intentaba disimular la espada. Pero Cris no era tonta y se había dado cuenta perfectamente de todo ¿Era todo esto una broma pesada? ¿Porqué todo el mundo tiene una espada?
-No hace falta que guardeis la espada ni que disimuleis, la han descubierto y tenemos que informar de esto ya- Leo se giro hacia ella.
-Te llevare a tu casa y allí te lo expicare todo, pero por favor haz todo lo que te diga y aunque pienses que no la merezco confia en mi vale.
Leo se dirigió a sus padres y empezó a hablar en susurros. las caras de estos cambiaban a todas las emociones conocidas. Cuando acabó de decirles lo que le tubiera que decir estos se fueron rapidamente. Leo se diriguió a ella y se la llevó de la mano hacía la puerta de salida por la parte trasera. Antes de salir cogió lo que parecía una espada, pero esta no era normal como la de sus padres, esta tenía un brillo especial parecido a la espada del chico del callejón.
-¿Porquè todo el mundo tiene una espada?- dijo Cris sin poder resistirse.
-Te lo explicare cuando lleguemos a tu casa- Dijo Leo viendose más protector que nunca.
-Pero esto es legal- señalo a la espada.
-Shhh.
Legaron rapidamente a casa de Cris gracias al rapido paso de Leo. No entraron por la puerta principal para no despertar a sus padres y entraran por la parte trasera. Subieron hasta su habitación. Nada más cerrar la puerta Cris atacóa Leo.
-¡Ya me estas contando todo lo que esta pasando aquí ahora mismo!- Dijo sentadolo en la cama y poniendose enfrente suya.
-Te lo contare pero sera mejor que te sientes a mi lado- La cogío de la mano y la sento enfrente suya y empezó a hablar.

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