jueves, 4 de junio de 2009

Capítulo 3

Capítulo 3

DESCUBRIMIENTO




Chris estaba tumbada en su cama aburrida.
Ya había llegado el verano y no tenía nada que hacer ya que había aprobado todo y no la había quedado ninguna para septiembre así que ¿qué podía hacer?
Se le ocurrió que podía ir a ver sus fotos de cuando era niña.
Se levanto de su cama y sin vestirse y en camisón subió lentamente las escaleras del desván para no despertar a sus padre.
El desván era muy grande y luminoso aunque era un poco frío en invierno. Estaba muy ordenado, debido a la obsesión por la limpieza de su madre.
Poco después buscó las fotos. Las encontró en un arcón con otros objetos viejos de su infancia. Era un arcón viejo de madera oscura con relieves infantiles que por su estado actual daría miedo a cualquier niño.
Estuvo viendo las fotos y riéndose de las tonterías que hacía cuando era pequeña. Llevaba ya una hora viendo las fotos , ya había amanecido y seguro que sus padres estrían a punto de despertarse.
Ya se iba a ir, empezó a recoger todo cuando pensando y recordando las fotos, algo extraño se le vino a la cabeza, no tenía ninguna foto con menos de dos años, y tampoco había ninguna foto de su madre embarazada. Por si fuera poco estaba aquella conversación que había tenido con Leo.
En esos momentos la conversación, tenía mucho sentido.
Bajo las escaleras, pero como iba embobada se tropezó varias veces.
Bajó a la cocina a preguntarle a su madre donde estaban guardadas las demás fotos.
- Mama, ¿ te acuerdas donde están guardadas mis fotos de pequeña?
- Están guardadas en el desván, hija - le respondió.
- No, allí solo están las de a partir de dos años.
Su madre se quedó pálida, y cambió de tema rápidamente.
- Ay hija, se me había olvidado tienes que ir a la tienda de Jonh a por el pedido que encargué ayer.
Chris se quedó con la mosca detrás de la oreja, pero decidió que proseguirían la conversación en un momento más oportuno.


Cuando llegó a la tienda se encontró allí con Amy.
Dudaba si contarle o no sus descubrimientos. Al final decidió contárselo porque si no se lo contaba a su mejor amiga, ¿A quién se lo iba a contar?
- Amy, tengo que hablar contigo.-dijo un poco nerviosa creyendo que su amiga se reiría de ella.
- Claro, ¿Qué pasa?
- Pero no me digas que estoy loca ni nada de eso ¿vale?
- Vale, vale..- Chris se tranquilizó un poco - Ahora vamos a otro lugar más tranquilo para charlar sin que nadie nos oiga.
Fueron al lugar donde iban desde crías ,el sitio de siempre.
Este no era mas que un árbol seco, pero al fin y al cabo era su refugio y lo querían mucho como si en él hubiesen dejado una parte de ellas.
- Vale ahora que estamos en un lugar más tranquilo, me puedes contar que demonios te ocurre.
- Ay Amy, te lo contaré desde el principio.
Si se lo contó todo, como aquella mañana había subido al desván a mirar sus fotos de cuando era niña, como no había encontrado ninguna con menos de dos años ni con su madre embarazada y como su madre había esquivado el tema. Eso sí, omitió la conversación que había tenido con Leo.
- Mira, no creo que signifique nada pero¿ porque no se lo preguntas a tu madre y te dejas de comer la cabeza?
- No es tan fácil sabes. Tengo que estar segura antes de poder preguntárselo, no quiero meter la pata y hacerles daño a mis padres.
Amy se encogió de hombros.
- Cómo quieras, pero entonces, ¿qué vas a hacer?
- Voy a volver al desván a ver si encuentro alguna foto o algo.
- OK, pero si descubres algo me llamas.
- Vaaale.
- A, y sabes donde estoy si necesitas ayuda u otra cosa.
- Siii. Venga adiós.
- Adiós.

Llegó a su casa y dejando caer la compra encima de la mesa y sin decirle hola a su madre subió corriendo al desván.
Rebusco por todos los lados, en cada rincón y no encontró nada...así que solo le quedaba preguntárselo a su madre.
Bajó a la cocina para cenar y mientras su madre fregaba ella se dispuso a sacar el tema.
- Oye Mama ¿te acuerdas de lo que te pregunte esta mañana?
- No la verdad es que no, tenía otras cosas en la cabeza- decía sin mirarla y sin dejar de limpiar los platos.
- Pues hablábamos de donde guardastes mis fotos de cuando tenía menos de dos años o de cuando estabas embaraza.-dijo despreocupada.
- Ohh ... siento decirte hija que tu padre las tiro hace mucho tiempo por error al creer que era una caja vieja.-
Chris se fijó que mientras hablaba de que no la miraba a la cara si no que seguía limpiando el mismo plato de hace diez minutos. Sabiendo que no sacaría más información a su madre termino de cenar y se fue a dormir.
Mientras reflexionaba en la cama pensando lo que le había dicho su madre, cada vez todo le parecía más raro.... Como su padre, que era la persona que más le gustaba guardar los recuerdos de todos los lugares que visitaban y que encima llevaba casi siempre una cámara en las manos, pudo tirar las fotos de la infancia de su hija .Y aunque hubiese sido por error su padre siempre veía lo que tiraba por si era unos de sus mil recuerdos por todo el mundo.
Al día siguiente volvió al desván por tercera vez y se puso a revolver los trastos viejos, aún sabiendo que era una tontería, ya que no creía poder encontrar nada.
Tras horas rebuscando sin encontrar nada, se dio por vencida.
Estaba ya bajando las escaleras, cuando se dio cuenta de que sonaba hueco. Volvió a subir las escaleras para comprobar que era cierto, que no se lo había imaginado.
Había una oquedad entre el quinto y sexto escalón.
Intentó arrancar la madera con las manos, pero estaba muy bien encajado, y la fuerza no era una de sus virtudes. Así que decidió bajar a buscar a su padre para que le dejase las herramientas.
- Papá, ¿Dónde están las herramientas? – le gritó mientras llegaba donde él se encontraba.
- Para que las quieres – le dijo él sin contestar a su pregunta.
Chris dudó un instante si decirle o no para que las quería.
Al final pensó que sería mejor echarle una pequeña mentirilla.
- Pues… para arreglar el despertador.
- Tráemelo y te lo arreglo yo que estoy un poco aburrido – le dijo como si supiese que le había echado un embuste.
- No, no – le dijo Chris – prefiero hacerlo por mi misma.
Ante la insistencia de Chris, su padre cedió.
- Vale, esta bien. Están en el armario de mi habitación, justo debajo de mis camisas. Espero que no se te quite esta actitud tan trabajadora – le dijo su padre riéndose.
- Tranquilo, no romperé nada.
Tras dejar a tras a su padre en el comedor, salió disparada como un obus hacia el desván.
Cuando encontró los escalones, le entraron dudas, y se pregunto si valía la pena desenterrar el pasado, porque a fin de cuentas: “Lo pasado, pasado esta”.
Pero por otra parte pensaba si se iba a quedar toda la vida con la intriga de saber quien era en realidad, cuales eran sus orígenes y sobretodo :¿Quién eran sus verdaderos padres?, Pero y si todo formaba parte de su imaginación, y si se había montado una novela, y todo porque, por una conversación con n chico, por un absurdo sueño y por unas fotos que a lo mejor estaban guardadas en otro sitio.
Si, Chris estaba perdida y sin saber que hacer. La decisión que tomara cambiaria su vida, suponiendo que en aquella oquedad hubiera algo.
En esos momentos Chris necesitaba mas que nunca a Amy, pero no podía llamarla esto tenía que solucionarlo por si sola.
Tras estas reflexiones, Chris decidió que valía la pena mirar que había en aquel escondrijo, y se dispuso a arrancar la madera aunque en ello se dejara las manos.
Su sorpresa fue enorme al encontrar unos papeles sucios y viejos.
Ellos estaban datados el día 16 de Septiembre del 1990, justo la fecha de su nacimiento, no podía contener las lagrimas pero tampoco podía dejar de mirar aquel papel, que decía lo siguiente:
Querida familia Aranda:
Debo felicitarles ya que su petición de adoptar a la pequeña Chris a sido aceptada ya que dan todos los requisitos económicos y sociales para adoptarla, pero sobretodo les hemos elegido por su buen corazón y por su comprensión sobre el origen de la pequeña por eso ya solo me queda expresarles con toda formalidad que:
Por la presente autorizo a Enrique Aranda y a Louis Aranda a la adopción de Chris, del orfanato “Nunca Jamás”, del cual soy su director y máximo accionista.
Muchos saludos y cuídenla porque ya es su hija.

Franc Smith
Director del orfanato “Nunca Jamás”

Chris estaba impactada todas sus sospechas habían sido confirmadas. No podía pensar, la cabeza le daba vueltas, no podía pensar.”Esto no me puede estar pasando, esto no me puede estar pasando” se repetía una y otra vez.
Chris se encontraba mas y mas confusa a cada momento que pasaba.
Se fue a su habitación y se tumbo en la cama a reflexionar: “Todo esto es una locura, eso es debo de estar teniendo una pesadilla seguro que todavía ni me he graduado. Pero parece todo tan real y…”
De repente llamo su madre a la puerta:
- Se puede – preguntó su madre
- Claro mamá, pasa – y Chris se percató que aquella señora que se encontraba enfrente suya podía ser todo menos su madre.
- Hija ¿Estas bien, te noto muy rara? – le dijo su “madre” como si intuyera algo.
- Si claro mam… mamá – dijo pensando que era mejor mantener las apariencias, por lo meno s hasta que tuviera mas pruebas.
- Esta bien hija, entonces te dejo que sigas ahí tumbada – se fue yendo hacía la puerta – Te quiero Chris
- Lo sé.

Y se fue y Chris volvió a su comecocos particular. Chris pensó: ”Por donde me había quedado a si esto debía ser un sueño pero parece que no que va a ser verdad, venga lo voy a decir SOY ADOPTADA. La verdad es que gritar las cosas aunque sea en tu mente ayuda. Pero volviendo al tema no puedo decir a mis padres que se que soy adoptada, seguramente pensaban contármelo ellos un día de estos pero como disimular, mentir nunca ha sido mi fuerte. Además lo que mas me intriga de todo esto son unas palabras que dijo el director en la carta, esas en las que agradecía a mis padres su comprensión a pesar de mis orígenes. ¿Qué quería decir eso?, pues como que me llamo Chris que lo voy a descubrir, pero claro no se si ese es mi verdadero nombre, bueno da igual, voy a descubrir de donde vengo y nadie me lo va a impedir. Mañana empezaré por buscar información sobre el orfanato y cuando descubra su localización haré una visita a ese tal Franc Smith. Eso si de esto nadie sabrá ni una palabra. Voy a demostrarles a todos que soy capaz de hacer muchas cosas sin la ayuda de nadie.
Tras esta larga reflexión Chris se quedó dormida, había sido un día terriblemente largo, pero lo que ella no sabía es que los habría todavía mas días peores.


Al día siguiente se levantó muy temprano con la esperanza de que toda su familia siguiera durmiendo en la cama.
Chris comenzó a observar con detenimiento los papeles para ver si descubría la dirección del orfanato. La encontró en el sobre de la carta, se encontraba en valdeverdeja un pueblo que se encontraba a tan solo x kilómetros de Medfor.
Buscó la dirección exacta en Internet y planeo el viaje hasta allí, eso si para ello necesitaba la ayuda de su mejor amiga pues necesitaba una excusa para que sus padres la dejaran salir.
Chris llamó a Amy y le dijo:
- Amy, podemos vernos dentro de una hora donde siempre. Necesito tu ayuda – le dijo susurrando.
- Ok, me visto y enseguida estoy allí.
- Hasta ahora – se despidió Chris y colgó.
“Bueno, pensó, espero que me ayude sin tener que contarla la verdad porque aunque me sabe muy mal no decírselo, es mejor para ella que no sepa nada de mis planes”
Poco después se despidió de su madre:
- Mamá, voy a salir – le dijo – volveré dentro de un rato ¿vale?
- Vale, ten cuidado hija.
Se puso en marcha. Cuando llegó Amy ya la estaba esperando.
- Esta bien, suéltalo ya – dijo Amy – infórmame sobre el lío en el que me vas a meter.
Chris no se sorprendió de la suspicacia de Amy, sabía que la conocía como la palma de su mano. Chris no pudo mas que sonreír.
- Vale, vale pero no te enfades.
Amy no contestó y Chris prosiguió.
- Necesito que me cubras mañana durante todo el día – Amy hizo un amago de hablar pero Chris la cortó antes – y no me puedes preguntar para qué.
- Pero como quieres que te cubra sin saber ni si quiera adonde vas. Estas loca.
- Por favor Amy, eres mi única salvación, por favor, por favor – la suplicó.
- Esta bien, ¿que quieres que haga? – se rindió Amy.

Al día siguiente Chris se desertó temprano para preparar todas sus cosas necesarias para el viaje, su tarjeta de crédito (aunque no tenía mucho dinero dentro), comida para el viaje, la carta del director del orfanato, el móvil , entre otras muchas cosas.
Ya había puesto el plan en marcha, Amy ya estaba preparada para su misión. Esta consistía en supuestamente Chris se quedaría en su casa todo el día y también la noche, con la excusa de querían participar en un concurso literario para sacarse unas pelas, para ello debían escribir un libro.
A Chris todavía le quedaba un poco de tiempo hasta que saliera el autobús que le condujese a valdeverdeja. Por ello decidió quedar con Amy antes de comenzar su viaje para repasar todos los puntos del plan.
Cuando tuvo todo preparado bajo a despedirse de sus padres.
Encontró a su madre en el salón leyendo un libro que le había prestado la madre de una compañera de Chris.
Fue ha encontrarse con ella intentando disimular su nerviosismo ya que a ella se le notaba un montón cuando mentía.
- Hija, ¿a dónde vas tan temprano? – le dijo su madre absorta en la lectura.
- Pero si te lo dije ayer – dijo Chris intentando que no le temblara la voz.- voy a pasar el día en casa de Amy. Además también me quedo a dormir a su casa.
- Eso ya lo sabía pero porque te vas tan temprano. Aprovecha que no tienes hacer nada para descansar un poco, que tienes mala cara de no dormir.
- Esta bien me quedo un rato, pero no muy largo – se rindió Chris cansada de hablar.
Al rato de la conversación Chris pensó que ya había esperado el suficiente rato, así que sin hacer mucho ruido para no despertar a su madre, que se había quedado dormida leyendo, se fue a por su mochila, no sin antes dejar una nota para que su madre no se preocupara.
Salió por la puerta de atrás.
En el camino se encontró con Jack, el panadero y con Karen, la florista, lo que hizo que todavía tardase más en llegar al sitió acordado con Amy.
Tiempo después se reunió con Amy.
- Hombre, por fin apareces – dijo Amy molesta – creía que se te habían comido los ratones.
- Es que mi madre no me dejaba salir y he tenido que esperar a que se quedara dormida. – se excusó Chris.
- Bueno lo que importa es que ya estas aquí. Vamos a repasar el plan.
Cuando al fin lo repasaron todo Chris decidió que ya era hora de marcharse:
- Bueno, yo me voy a ir yendo, que el bus sale dentro de veinte minutos.
Chris se fijo en la cara de preocupación de Amy.
- Tranquila volveré a tiempo
- No si yo estoy muy tranquila, pero ten cuidado. Prométemelo.
- Te lo prometo
Y se fundieron en un largo y amistoso abrazo

Chris llego a la estación de autobús con tiempo. No viajaba muchas veces, y como iba sola decidió sentarse al lado del conductor para conseguir un poco de información sobre valdeverdeja.
Este resultó ser muy agradable y no tubo ningún inconveniente en que Chris le diera conversación.
El conductor la vio y se la quedo mirando, no sabía quien era pero era realmente guapa y parecía simpática, lo malo para él era que no aparentaba mas de 18 años.
- Es interesante conducir autobuses – le dijo Chris para romper el hielo, y el conductor la miró perplejo – lo digo por eso de conocer a gran diversidad de gente.
- No te creas, la mayoría no son tan simpáticas y guapas como tu.
Chris sonrió halagada.
- ¿Conoce valdeverdeja? – le pregunto Chris,
- Que si lo conozco, chica yo nací allí
- En serio – le contesto Chris con gran alegría.- ¿por cierto porque esta el autobús tan lleno?
- Es que estamos en fiestas
“Mierda, pensó Chris, eso dificultara mi búsqueda”
- Por cierto, ¿no sabrá en que parte se encuentra el orfanato nunca jamás?
- Lo siento muchachita pero si vas a valdeverdeja para ver el orfanato, llegas unos dieciocho años tarde.
- Perdón, - contestó Chris incrédula- es imposible.
- Lo siento mucho.
- ¿Y que pasó? – preguntó desanimada.
- No lo sabes, hubo una masacre, mataron a todos los niños que estaban allí y a los que cuidaban de ellos. Solo sobrevivió una enfermera, que después de aquello se metió en el convento de Los Angeles. Ella nunca lo pudo superar,
- ¿Cómo que nunca lo podrá superar? ¿Cuántos años tiene?
- Debe tener más cuarenta años.
Poco después llegaron al pueblo, y como le había contado el conductor aquello se notaba que estaba en fiestas. Las cales estaban adornadas y había muchos carteles con el horario de los festejos.
Antes de bajar del autobús le preguntó al conductor:
- ¿Dónde puedo encontrar el convento?
- Esta a las afueras, pero no hay pérdida. Solo hay uno, y por favor ten cuidado, al estar en fiesta la gente pierde un poco la cabeza y si ven a una chica como tu sola por la calle no quiero pensar lo que podría pasar.
-claro no se preocupe- dijo sin darle demasiada importancia ya que ella sabía cuidar de ella misma.
Chris se despidió del alegre conductor, no sin que antes de este le deseara toda la suerte del mundo para que descubriera algo sobre el orfanato.

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