viernes, 26 de junio de 2009

Capítulo 8

Capítulo 8

Desconcierto

Nícolas no podía parar de correr, no podía volver. “¡Que me esta pasando!” pensó, “debo de estar volviéndome loco.
Mas tarde llegó al cuartel general. En él, todos le esperaban impacientes de la buena nueva. Pero tras ver la cara con la que Nícolas entraba por la puerta, pronto supieron que nada había ido bien.
- ¿ Que ha pasado? – preguntó Glenda, expresando lo que todos querían preguntar.
Nícolas no les podía decir la verdad. Se echarían a reír cuando supieran que él, el príncipe Nícolas, el más frío de los guerreros, había sentido pena de aquella humana y no solo la había dejado viva, sino que encima, él que había huido había sido él. No, no les podía decir nada de todo esto, así que se dispuso a inventar una historia creíble y que además le permitiera vengarse de la humana que había manchado su reputación, no había fallado ninguna misión, y esta no iba a ser la primera. Debía llevarla viva ante el rey, pero cuando este se cansara de ella, la mataría él mismo.
- Ha sido La Orden, ellos sabían que yo estaría allí y enviaron algunos de sus guerreros. La chica huyó en cuanto los vio.
- ¿No saliste corriendo detrás suya? – preguntó Collen.
- Si, pero los guardias no me dejaron perseguirla, – viendo que nadie iba a hacer ninguna pregunta, Nícolas prosiguió – los conseguí vencer, pero cuando conseguí librarme de ellos, no pude encontrar a la chica.
- Esta bien, mandaré de inmediato un mensajero para que avise al rey. – dijo Kate.
- ¡ Noo! – gritó Nícolas.
- ¿ Cómo? – preguntó Kate, pensando en si había dicho algo mal – Nícolas es el procedimiento-
- Yo se lo dire a mi padre, me oís – todo el mundo se asustó – Yo lo estropeé y yo lo arreglaré.
Dicho esto, nadie protestó, en realidad nadie se atrevía a hacerlo, le tenían demasiado miedo a él y a sus rabietas.
Mientras en su cuarto, Nícolas encontró muy buen desahogo, una cosa que según le habían contado se llamaba saco de boxeo, todo lo que debía de hacer era pegarle puñetazos al saco, con unos guantes especiales.
Después de esto se dispuso a darse una buena ducha caliente, para relajarse. Durante la ducha Nícolas se puso a recordar todo lo que había pasado en Valdeverdeja, en especial lo que había sentido cuando intentó asesinar a su objetivo. Había sido pena, remordimientos, ¿¿ ternura?? No eso si que no podía ser.
De todas formas fuera el sentimiento que fuera, no se volvería a mostrar. Nícolas estaba decidido a controlarlo, pero que fuera capaz de ello, ah eso era otra cosa.


Después de tomarse un pequeño descanso tras la ducha, Nícolas solo tenía una cosa en la cabeza, ir tras aquella humana y acabar el trabajo.
pero lo primero que tenía que hacer era contactar con su padre para informarle sobre los últimos hechos. Sabía que no se iba a poner muy contento, pero más enfadado estaba él. Además su padre sabía que nunca se le había escapado ninguna presa. El era como un rastreador viviente, no descansaba hasta finalizar su trabajo.
Esa perseverancia y esa fuerza se la ofrecia su madre, que aunque no tuviera muchos recuerdos de ella, había conseguido robarle a su padre una pequeña cadenita que la pertenecía. Nícolas siempre la llevaba puesta y nunca se la quitaba, a pesar de que nadie sabía que la llevaba puesta, ya que Nícolas pensaba que aunque a él le diesen fuerzas, para los demás era un símbolo de debilidad.
Despues de guardarse la cadena, se dispuso a ir a buscar a Kate para que le dijese donde podría realizar la conexión entre la Tierra y la isla de Lauma. La encontro en su despacho, estaba mirando unas anotaciones sobre el sujeto. " un momento" pensó Nícolas, " todavía no se como se llama la chica, se lo preguntaré a Kate, para que de paso me de toda la información que ha ido recopilando desde que la destinaron a aqui, porque no me acuerdo donde dejé la copia que me dejaron "
- oye, Kate.
- Si, ¿que pasa Nícolas? - dijo Kate como si la acabaran de despertar de una siesta. Al verlo se le encendió la mirada - ¿ necesitas algo?- la pregunta parecía ir dirijida a otro sentido de lo que el necesitaba.
- si, necesito que me prepares una conexón entre la tierra y la isla de Lauma.
- se lo dire a Collen. ¿algo mas? - dijo experanzada.
- Si, me gustaría que me dieses toda la informacion posible de la chica: nombre, edad, altura, si le gustan los gatos, ... esas cosas.
- Pues haber, todo esta en este informe. - dijo medio levantandose - ve echandole un vistazo, mientras yo voy preparando todo. Ahora vuelvo.
Y se marchó por la puerta un poco decepcionada."tardaré un rato" pensó Nicolas viendo el dossier.
En el había muchos de los datos por los que había preguntado.
" Nombre: Christal Aranda. curioso nombre, sigamos edad, dieciocho; si me lo imaginaba; altura, un metro sesenta y nueve, vaya no es muy bajita aunque tampoco es muy alta, la talla justa; color de ojos, azul cristalino, porque no me sorprenderá, a ver continuemos, hobbys, escribir historias, hacer ejercicio... ( ), cosas que odia, las injusticias. Si no tuviera que matarla sería una chica con la que no te aburririas" Nícolas empezó a reirse por la ironía. " procedencia, la isla de lauma pero criada en a tierra, primero en el orfanato " Nuestra Señora" en Valdeverdeja, y despues en la residencia de los Aranda en Getafe. por fín llegamos al quid de la cuestion CAUSA de su ejecución, alto riesgo para la corona. Pero como va a ser una chica de apenas dieciocho años un riesgo para la corona, y menos no sabiendo nada de que exista ninguna corona, siquiera sin saber que existe lauma, no lo entiendo"
Nícolas estaba muy confuso, no le cuadraba nada de aquello, peor lo que menos le cuadraba es que estuviera cuestionando las ordenes de su padre. Segía inmerso en estos pensamientos cuando Kate entró en la habitación:
- Todo esta listo para la conexión. Hemos preparado todo en la buhardilla, para que nadie pueda molestarte. Aquí tienes la llave, tu padre el rey ya te esta esperando al otro lado.
Nícolas se dispuso a salir de la habitación.
- Buena suerte - le gritó Kate- espero que no sea muy duro contigo - y se fue saltando.
" que inmadura que es, sino fuese porque es buena en lo que hace".
Nícolas subió las escaleras lo mas rapido que pudo, a su padre no le gustaba que le hiciesen esperar, ni siquiera su propio hijo.
Abrió la puerta de un empujon y casi se la lleva puesta.
- maldita puerta.
- Hijo no eches maldiciones, ay que dar ejemplo - dijo el rey con voz grave.
Allí en la pared de esa habitación estaba la figura de su padre mirandole severamente. Él nunca aprendió ha hacer una conexsión, ya que se necesitaba mágia de nivel muy alto, nivel que el no poseía.
- Perdonadme padre no ha sido mi intenión, es que no llevo un buen día.
- Informame - dijo el rey sin mucho interes en lo que le había pasado a su hijo.
- La misión ha sido un absoluto farcaso, dimos con la chica y la seguí, pero cuando iba a matarla...
- Si hijo que paso - Dijo con cara de pocos amigos.
Nícolas no le tenía miedo a nada ni a nadie, pero si había una persona a la que tenía un gran respeto, ese era su padre, no le podía decír que no la había matado porque se había quedado en shock, tenía que inventar algo, de todas formas estaban ellos solos en esa habitación y le daría un poco de tiempo para enmendar el error.
- Pues vera Padre, justo cuando iba a matarla apareció uno de esos despreciables miembros de La Orden, ellos eran cinco y yo solo uno, y aunque conseguí derrotar a cuatro, el quinto huyó con la chica, y despues no pude encontrar sus rastros.
- eso es todo hijo,- dijo con tono de indeferencia como si no le hubiese impresionado lo mas mínimo.- bueno pues espero que lo arregles, no quiero que a esos indeseables se les suba este triunfo a la cabeza y provoquen una revolución. Bueno hijo y ahora me despido que asuntos de mas importancia necesitan de mi presencia, pero recuerda no me puedes fallar en esto.
Y se fue. Nícolas sabía que aunque su padre no se lo había dicho a la cara, se le notaba en la mirada, estaba decepcionado y a menos que enmendase su error, no le volveria a mirar a la cara nunca más. Había fallado una vez, peor eso no volvería a pasar, no esta vez no escaparía, le clavaría su espada en el corazón y esa será la última imagen que tendría Christal en su vida, al cazador cazando a la presa

domingo, 21 de junio de 2009

Concurso fan-fic!!!!!!!!!

¡Hola! como saben yo escribo una historia con una amiga(La isla de lauma libro), y esta y otras mas historias geniales nos hemos presentado a un concurso! voten por la que más les guste ^^
http://team-crepusculo-venezuela.blogspot.com ENTREN Y VOTEN!!!






Capítulo 7

Capítulo 7

LA VERDAD


Los dos tenían muchísimo miedo, aunque no por el mismo motivo.
Mientras ella lo sentía por su vida, él en cambio por un nuevo y extraño sentimiento.
Al verla, vio a una chica de su edad, todo en ella era muy bello, su rostro, su piel, su cabello, pero sobretodo sus ojos. Esos ojos cristalinos llenos de vida y luz.
Nicolas no sabía que le estaba pasando, estaba perdiendo facultades. No podía matarla, no podía hacerle daño. Pero esto no fue lo que mas le asustó, se sentía impulsado a protegerla de todo mal, pero sobretodo de el mismo. Y encima sabía todo lo que había pasado le parecía un *deja vú.
Sin poder contenerse más salio corriendo, debía huir de allí escapar de todo aquello.
Debía huir al cuartel e informarse a fondo, seguramente no le habrían contado toda la verdad, seguro que su padre había mandado que solo le contasen lo imprescindible. Por sus vidas se lo dirían, mas les valía sino querían que toda su furia y frustración cayera sobre ellos.
En ese mismo momento, Chris estaba atontada. No entendía nada de lo que había sucedido. Primero pensaba que la iba a matar una sombra. Después la sombra se detuvo justo en el momento en él que creía que estaba perdida. Y al final resultó que lo que la perseguía era un misterioso chico, que parecía poco mayor que ella.
Pero por raro que pareciera, lo que mas le había impresionado aquella noche fue la conexión que hubo entre sus miradas. Sus ojos azules siempre habían llamado la atención halla donde fuese por su inusual brillo y color.
Y justo, ese día, estos se acababan de encontrar con sus antagonistas. Unos ojos sin expresión y sin color.
En realidad sentía pena por ese chico. No podía odiarle. Debía de haber vivido una triste y pobre vida.
Poco después se subió en el autobús de vuelta a casa mirando a todos los lados sin parar y muerta de miedo. Había sido un día agitado y agotador. No tenía fuerzas para más y aun estan mas aterroriza que nunca en su vida en unos pocos instantes se sumió en un profundo sueño del que solo la despertaría el conductor al llegar a Getafe.
Era muy tarde, las tres de la mañana, seguía muy alterada.
No podía ir a cada de Amy porque no quería asustarla, pero tampoco quería ir a su casa, ya que sus padres sabrian que les había engañado.
Solo le quedaba una solución


Clik.
Leo se despertó de repente. Hbía escuchado un ruido. Miró a su alrededor, al no ver nada volvió a dormirse cuando...
Clik.
Se levantó rapidamente y miró a su alrededor, buscando de donde venía en sonido.
Clik.
Miró a la ventana. Juraría que había venido de hay el ruido.
Cogío el bate de beisbol que tenía al lado y se aproximó a ella.
Al mirar vío a Cris con un puñado de piedrecitas en la mano.
Leo se relajo, pero al instante se volvió a poner tenso ¿Qué haría Cris a esas horas en la calle y en se cas?
Abrió la ventana y una piedrecita le impacto en toda la frente.
-¡Mierda Cris que ya me has despertado puedes para!- Dijo mientras se frotaba la frente.
Cris se sobresalto al ver que estaba allí.
-¡Lo siento Leo! No te vi- susurro.
-Esta bien no pasa nada ¿Pero que puedo saber que haces en mi casa a estas horas?
-Es que...no sabía a quien acudir...mis padres..¡Oh como se enteren! no quiero preocupar a nadie ...-Seguía hablando nerviosa, pero Leo la paró.
-¡Espera, espera! ¿No querías preocupar a nadie?
Esta bien, entra por la ventana y me lo cuentas todo.
Cris subio rápido la enredadera de la casa de Leo, teniendo practica, ya que de pequeños jugaban a ver quién era el que antes trepaba.
Al entrar Cris vió la misma habitación en la que siempre se escondía cuando tenía un problema y esta vez no iba a ser una excepción.
Leo estaba sentado en la cama poniendose su camiseta y Cris vió con la luz de la luna, su torso y musculos bien formados y pensó como podía tener esos musculos sin ir ninguna vez al ginasio y comiendo toda la comida basura que quería. En definitiva, el chico era raro.
Leo se la quedó mirando y ella se sento a su lado sintiendose por primera vez segura en toda la noche.
Leo le dio una mirada para que empezara a hablar.
-Veras...puff como empiezo...hay algo que no te he contado- empezó sin mirarle a los ojos- El otro día mis fotos de cuando era pequeña me fije que no hay ninguna con menos de------o con mi madre embarazaday empeze a buscarlas, cuando en un escalón encontre unos papeles- se detuvo para mirar a Leo, pero este estaba pensativo y no la miraba, ella siguió. Eran los papeles de mi adopción en un antiguo orfanato en un pueblo escondido y pequeño. No se lo conté a mis padres, solo se lo dije a Amy y decidí investigar por mi cuenta. Fuí hasta allí y hablé con la antigua cuidadora y me contó la catastrofe que pasó cuando yo me fuí. La cosa es que cuando salí del antiguo orfanato ya era de noche y sentí como alguien me seguía, corri hasta que llegue a un callejón sin salida, al acercarse vi que llevaba una espada y era un chico joven, de unos años más que nosotros, pero cuando me vió la cara se fue corriendo y...-
-¡Espera! ¡Espera! ¿Me estas diciendo que fuiste tu sola hasta allí? ¿ por la noche?- Leo sacudío la cabeza con impotencia.
Cris se quedo estrañada, ya era mayorcita para ir a donde quisiera ella sola.
-Leo soy lo suficientemente..-Leo la cortó.
-¡Si, ya lo veo!¡Sales tu sola y van y te ententa matar!- Leo se tranquilizo un poco- dijiste que llevaba una espada no.
-Si sería un loco que se habría escapado del siquiatrico o yo que se pero...-
-Como era- Dijo con voz grave.
A Cris no le gustaba nada como se estaba poniendo.
-Pes...tenía el pelo castaño, alta, guapo y con unos ojos grises que daban verdadero miedo- Cris se quedo ensemismada imaginandose de nuevo esos ojos que tantas emociones escondian.
Leo se levanto de improvisto de la cama y muy furioso empezó a dar golpes a todo lo que veía.
-¡Lo sabía!¡Se lo dije!¡Les dije que esto pasaría, que tarde o temprano te acabarían encontrando, pero no, ellos no me hicieron caso, dijeron que no pasaría que pensaban que estabas muerta y mira sia pasado! - Leo seguía despotricando cuando se escucharon unos pasos en el pasillo.
Los dos se quedaron quietos, atentos. Cuando derepente la puerta fue hechada abajo y aparecieron dos personas con espadas...¿¡ESPADAS?!
-¡Que esta pasando...!- El padre de Leo dijo con la espada en alto hasta que se dió cuenta de que en la habitación solo estaban ellos dos y al ver a Cris escondio tras su espalda la espada.
-H-Hola chicos- dijo nervioso-¿Ha que vienen esos ruidos a estas horas y que haces aqui Cristal?
-Si cielo ya es muy tarde para estar dando esas voces- Estaba diciendo la madre de Leo mientras que también intentaba disimular la espada. Pero Cris no era tonta y se había dado cuenta perfectamente de todo ¿Era todo esto una broma pesada? ¿Porqué todo el mundo tiene una espada?
-No hace falta que guardeis la espada ni que disimuleis, la han descubierto y tenemos que informar de esto ya- Leo se giro hacia ella.
-Te llevare a tu casa y allí te lo expicare todo, pero por favor haz todo lo que te diga y aunque pienses que no la merezco confia en mi vale.
Leo se dirigió a sus padres y empezó a hablar en susurros. las caras de estos cambiaban a todas las emociones conocidas. Cuando acabó de decirles lo que le tubiera que decir estos se fueron rapidamente. Leo se diriguió a ella y se la llevó de la mano hacía la puerta de salida por la parte trasera. Antes de salir cogió lo que parecía una espada, pero esta no era normal como la de sus padres, esta tenía un brillo especial parecido a la espada del chico del callejón.
-¿Porquè todo el mundo tiene una espada?- dijo Cris sin poder resistirse.
-Te lo explicare cuando lleguemos a tu casa- Dijo Leo viendose más protector que nunca.
-Pero esto es legal- señalo a la espada.
-Shhh.
Legaron rapidamente a casa de Cris gracias al rapido paso de Leo. No entraron por la puerta principal para no despertar a sus padres y entraran por la parte trasera. Subieron hasta su habitación. Nada más cerrar la puerta Cris atacóa Leo.
-¡Ya me estas contando todo lo que esta pasando aquí ahora mismo!- Dijo sentadolo en la cama y poniendose enfrente suya.
-Te lo contare pero sera mejor que te sientes a mi lado- La cogío de la mano y la sento enfrente suya y empezó a hablar.

martes, 16 de junio de 2009

Premios


M e lo ha dado Solcis de: http://legado-shader.blogspot.com/ muchas gracias!!^^ Quien no halla leido todavía su historian leanla ya no pierdan el tienpo!!xD


Se lo doi a:

Analieta de: http://garabatosdeanalieta.blogspot.com porque lo que haces de ayudar a la gente me parece genial!!!^^

lunes, 15 de junio de 2009

Capítulo 6

Capítulo 6

UN DÍA EN LA TIERRA


Nícolas apareció en una calle muy concurrida. Todo estaba lleno de colores, la gente vestía unos extraños conjuntos.
El no sabía que hacer, su padre le había dado indicaciones de que esperase a Kate, ya que ella le daría las indicaciones de a quien buscar y a donde ir.
Fue preguntando a la gente que pasaba donde estaba la entrada al mercado principal, ya que allí debía reunirse con Kate.
Paro a un transeúnte, y este se le quedo mirando con cara de miedo y eso a Nícolas le pareció hasta un halago ya que le gustaba que aun estando en otro mundo todavía se le temía.
- perdone sabe donde se encuentra el mercado principal.-dijo con la voz menos intimidante que pudo, ya que no quería que a ese hombre le diera un infarto y tuviese que venir la policía.
- eee…siii..claro…esta unas calles más lejos, mire... vaya todo recto y al llegar a la segunda rotonda... gire a la derecha y ahí esta.-dijo todo esto sin mirarle ni una sola vez en la cara.
Nícolas se quedó pensando “ ¿Qué es una rotonda?,” como no tenia ni idea se lo pregunto al hombre, aunque dudaba si este le quedase mas fuerza de voluntad para seguir hablando y no salir corriendo
- Perdone pero a que se refiere con una rotonda.
El hombre se quedó perplejo sin saber que contestar.
- Pues una rotonda es… es… un gran circulo... por lo que los circulan los coches y... giran a su alrededor.
- A vale.- dijo dándose la vuelta y mirando a todos los lados haber si veía esa cosa extraña.
Nícolas andaba por la calle sin darse cuenta de que todo el mundo le miraba y que los grupitos de chiquillas de poco mas de dieciséis años se le quedaban observando y parecía que se les iba a caer la baba.
Cuando llegó al sitio que el hombre le había dicho se sentó en un banco a esperar a Kate.
Estuvo un rato observando a la gente, y sin darse cuenta se quedó dormido por el cansancio de ese día.

Después de la siesta, Nícolas se puso a observar todo lo que a su alrededor acontecía. En ese retrato que observaba, los niños no se entrenaban para la guerra, ni los padres parecían duros con ellos, al contrarío los niños correteaban por todos lados y sus padres se reían con ellos. Todos parecían muy felices. Nícolas también se fijo en las ropas, la gente llevaba trajes de varias piezas y todas con dibujos y colores muy diferentes, no había distinciones de ropa entre hombres y mujeres. Ambos podían llevar las mismas ropas y no eran castigados.
Pero de pronto alguien le tocó el hombro, Nícolas reaccionó al instante sacando su espada, cuando se dio cuenta de que era Kate.
- ¿te has asustado? – dijo en tono juguetón.
- No pero podía haberte matado. – dijo Nícolas con su habitual aspecto de seriedad guardando la espada.
De repente Kate se dio cuenta de que todo el mundo que pasaba por su lado se quedaba mirándoles, y no le extrañaba
- Pero como se te ocurre ir con estas ropas. No te dijeron que aquí tenías que ponerte otras ropas.
- No – dijo con tono indiferente.
- Pues habrá que hacer algo.- dijo con una sonrisa burlona.
- El que.-dijo sabiendo que se avecinaba algo malo
- Conozco unas tiendas donde creo que podrán remediar este pequeño contratiempo.
Se pasaron todo lo que quedaba de tarde de compras de un lado para otro comprando abundantes masas de ropa moderna que cualquier terrestre de diecinueve años llevaría.
La ropa que mas le gustó fueron unos vaqueros azul oscuro con rotos y un jersey ajustado de color negro.
Después también hicieron una visita a la peluquería donde a Nícolas le realizaron un corte moderno. Le cortaron parte de su larga melena morena, hasta dejarse la por debajo de las orejas en forma d capas y además le hicieron un flequillo corto hacía a un lado.
El resultado final fue espectacular, Nícolas parecía todavía mas guapo que antes, conservaba su aspecto de aires relieves, pero nadie diría que el chaval que tenían delante no era de aquel mundo.
- Bueno, yo creo que has quedado perfecto.
Nícolas se miró al espejo que tenía, el chico que tenía delante se parecía mucho a él, pero a menos que se fijaran bien nadie le podría reconocer fácilmente, además daba el pego en ese extraño mundo, de todas formas, su aspecto nunca había sido algo muy importante en su vida, para el era mas importante sus habilidades, su destreza con la espada, su rapidez…
- Y ahora que-dijo saliendo de la tienda.
- Ahora, nos vamos al cuartel para ponerte al día.-dijo con una sonrisita
Se subieron en un coche, Nícolas se sintió raro durante todo el viaje, había sufrido demasiadas novedades como para poder asimilarlas todas en un solo día.
Horas mas tardes llegaron a un pueblo, que Nícolas dedujo debido a que Kate aminoró la velocidad, que era donde se encontraba el cuartel.
Este según le pudo explicar Kate durante el viaje se llamaba valdeverdeja, y en el se encontraba el famoso humano de su misión, todo esto eso si, tendrían que profundizarlo, ya que Kate se lo había contado por encima.
Llegaron a una casa normal, con mucho patio y jardines, pero que parecía vieja y descuidada
- Es aquí – le dijo Kate – espera aquí mientras aviso a los otros de tu llegada.
- Esta bien .
Kate no tardó mas que un par de minutos en volver donde se encontraba Nícolas.
- Ya puedes pasar.
Nícolas salió del coche.
- Este es el cuartel. Me esperaba, no se, otra cosa.
- Pues esto es lo que pudimos conseguir.-dijo con resentimiento
Pasaron dentro. llegaron a una sala en la que había mucha gente, para tan poco espacio
Kate se dispuso a presentarlos.
- Nícolas – le llamó – te voy a presentar a la cuadrilla. Este – dijo señalando a un hombre viejo y bajito con gafas acurrucado en una esquina – es Alfred, se encarga de estudiar y analizar la conducta de los humanos, es nuestro mayor experto.- hizo una pausa antes de proseguir – aquí esta Collin es uno de los mejores arqueros de la corte, no se si le recordarás, además es un gran espía. Finalmente esta es Glenda – dijo señalando a una chica muy joven –ten cuidado con ella porque sabe bien lo que quiere-dijo echándole una mirada picarona-, se encarga de idear los planes y de distribuir las tareas. A los demás son irrelevantes. Son nuestros guardias, por si hay que entrar en batalla, aunque todavía no ha sucedido pero estoy deseando que ocurra. –dijo con la mirada perdida en sus pensamientos
De repente se le acerco la chica joven que le había dicho Kate que tuviese cuidado.
- Hola señor. Me llamo Glenda. Le gustaría que le pusiese al día sobre nuestra misión.
Dijo con una gran sonrisa. Ahora que se fijaba en ella solo tendría 16 años, pero era muy guapa.
Nícolas asintió con la cabeza, deseoso de que le pusiese al día de una vez.
- Hemos averiguado que el humano se encuentra aquí, en valdeverdeja. Hemos organizado un plan para llevárnosle. Usted le estará pendiente de el todo el rato hasta que se encuentre solo y traerlo a este lugar y mientras nosotros estaremos vigilando de que no ocurra ningún inconveniente. Luego regresará inmediatamente a la isla de Lauma con el como el rey ordenó.
Tras unos segundos de silencio, Glenda preguntó:
- Bueno, ¿Qué le parece el plan? – dijo
- Creo que todo esta correcto, pero necesito mas información sobre el humano. – dijo pensando en que ese plan no le gustaba mucho
Le entregaron un informe completo sobre el humano.
El, lo miro detenidamente. Y concluyo diciendo:
- Esta bien, pero me gustaría encargarme de el personalmente.-dijo mirándola con sus profundos ojos grises
- Mmmm, de acuerdo – dijo dubitativa, porque Glenda tenía miedo de lo que le podría ocurrir si le contradecía – aunque es muy peligroso ya que el humano tiene a “La Orden De Su Majestad”protegiéndola, no sería muy astuto por nuestra parte dejarte ir solo allí.
- No os preocupéis se cuidarme solito– le respondió Nícolas confiado.
Los otros le iban a replicar pero al ver su cara se callaron en seguida.
- ok... pero al menos deja que te acompañe uno de nosotros – dijo Glenda mirándole como diciendo “ llévame a mi”.
- He dicho que no hace falta, o es que nos hemos vuelto sordos de repente.- dijo arrogantemente.
Cansado de estar oyendo a esos incompetentes salió de esa casa que ya le empezaba a dar claustrofobia y se dirigió donde le habían dicho que se encontraba l humano para acabar de una vez tanta tontería y poder volver a la isla de Lauma.
Se dirigió al lugar donde le habían indicado, que por lo visto era un monasterio.” Genial y encima tengo que ir a ver a esos ridículos monjes” pensó.
Al llegar ya había oscurecido y dio gracias ya que no soportaba tener que volver a atravesar ese mini-bosque que tanto asco le daba.
Llamo a la puerta y huna monja sonriente le abrió la puerta aunque la risa se la congelo al ver quien era la visita.
- perdone estoy buscado a una persona que a estado aquí- dijo con la voz mas calmada posible, ya que no quería que la monja le cerrase la puerta y tuviese que saberlo a la fuerza, aunque eso no le importaba, lo que si le importaba es que eso daría la voz de alarma y ese día no le apetecía hacer una masacre.
- Eeee...si sí una joven estuvo aquí un rato y se acaba de ir, seguro que no la as visto cruzarse contigo por lo oscuro que esta pero si corres un poco la alcanzaras.-dijo precipitadamente y cerrando la puerta.
Y eso es lo que Nícolas hizo.
Echo a correr buscando con la mirada haber si la veía y fue cuando la vio.
Era una chica, de eso no tenía duda porque se le veía en su figura. Pero no podía alcanzarla porque sin saber como, esa chica corría mas rápido que él y eso era todo un logro y pensó que a lo mejor no iba a ser tan fácil capturarla como el creía. Cuando ya creía que la tenía llegó al pueblo.
Se escondió detrás de unos arbustos y la vio recuperando el aliento, como si no pudiese respirar y decidió aprovechar ese momento para cogerla, pero piso una rama y la chica volvió a echar a correr, pero no con tanta fuerza y Nícolas la siguió. Llegaron a un callejón sin salida y el se dispuso a sacar la espadas por si oponía resistencia cuando ella grito y la consiguió ver con claridad.

viernes, 12 de junio de 2009

Capítulo 5

Capítulo 5

EL MONASTERIO


“Cuanto estruendo” pensó Chris. Ella había oído hablar de las famosísimas fiestas de valdeverdeja, pero nunca se las había imaginado así.
Todo el mundo se conocieran o no, se trataba como si fueran viejos amigos, no parecía que hubiese peleas, pero si unos cuantos jóvenes haciendo botellón por las calles. Todo era tranquilo pero a la vez muy entretenido y lúdico.
Daba gracias de que las calles estuvieran abarrotadas de gente, así podría preguntarlas la localización del convento en el que se encontraba la única superviviente de la masacre. Chris no paraba de reprocharse su ineptitud al no haberse informado sobre cualquier cosa relacionada con el orfanato. Había parecido una tonta hablando con el conductor y dando por hecho que el orfanato iba a estar ahí, enterito a su disposición. Pero ahora no tenía tiempo para lamentarse tenía que encontrar a la antigua enfermera y rezar para que esta la cuente algo que le ayude a tapar algunos huecos de su pasado, algunos huecos que le ayuden a conseguir averiguar, quien es en realidad.
Caminó sin rumbo hasta que vio que por si sola no iba a ser capaz de encontrar el convento así que como la gente estaba de tan buen humar, seguramente no les importaría contestar a unas preguntas. Chris paró al primero que vio con cara de saber la localización del convento:
- Perdone, me podría ayudar, es que me he perdido.- dijo Chris con toda su buena educación.
- Por supuesto monada, ¿En qué puedo servirte?-dijo un joven de unos cerca de treinta años y con cara amigable.
- Pues verá, estoy buscando el convento Nuestra Señora de (HABRÁ QUE PONER UN NOMBRE), me han dicho que esta a las afueras, pero es que no lo encuentro por ningún lado.
- Claro, es que no esta dentro del pueblo, ves aquel camino – se lo señaló con el dedo, y Chris asintió con la cabeza – pues te conducirá directamente hasta él. No tiene perdida. Se tardan unos quince minutos en llegar pero durante el trayecto te encontrarás un paisaje precioso.
- Muchas gracias – se despidió Chris.
- De nada muchacha.
Chris cogió el camino que le había indicado aquel ciudadano, y tenía razón en todo. El paisaje que Chris vio era espectacular.
Todo era muy verde, los árboles eran robustos y frondosos y estaban llenos de hermosas flores de vivos colores: blancas rojas, amarillentas e incluso rosáceos. Todo adjetivo era escaso para describir todo lo hermoso que era. No solo las plantas y los animales, sino el vínculo que parecía ver entre ambas partes. Cualquier persona hubiese deseado ver un mundo así, sin violencia, sin guerras ni atentados, solo la paz de la felicidad de vivir.
Al final el camino se le hizo cortó y se prometió que traería a su madre a ver ese ejemplar espectáculo de la naturaleza.
Cuando llegó al convento, este le pareció muy simple comparado con todo lo que anteriormente había visto.
“No todo puede ser igual de bello” se consoló Chris.
El convento era muy pequeño y se encontraba medio en ruinas a pesar de que no parecía tener mas de cincuenta años. El estilo arquitectónico era muy pobre, incluso una chabola parecía más acogedora a su lado.
“Como podrán vivir aquí, esto no puede estar adaptado para que nadie pueda vivir. Ya comprendo porque esta alejado del pueblo. Empañaría su imagen frente al turismo y perdería todas las ganancias. Y parecían tontos estos pueblerinos”.
Chris tubo cuidado al subir los escalones, pues parecían el hogar perfecto de las termitas. La puerta tampoco es que estuviese bien, pero Chris se conformó con que no se le cayese encima al abrirla.
- Hola, ¿Hay alguien ahí? – preguntó Chris asustada.
Nunca le habían gustado los lugares religiosos. No le gustaba su olor y encima tenía un trauma desde que era pequeña con las esculturas religiosas de los santos.
De pronto se oyeron unos ligeros pasos que le erizaron los vellos a Chris.
- Si en que puedo servirte. – le dijo la monja con un tono amable.
- Pues verá… no se como explicarle esto. Estoy buscando a una Hermana suya que antes trabajó en el orfanato del pueblo. No quiero traerla problemas, ni que se sienta mal. Solo quiero hacerle unas preguntas.
- No sé si será posible la hermana Sofí no esta para que la incordien y, menos con ese tema.- dijo un poco en molesta.
- Por favor señora solo será un momento.-dijo Chris con voz persuasiva.
La monja lo pensó durante unos instantes hasta que con cara de resignación dijo:
- Bueno esta bien pasa, da igual ya que la hermana Sofia no a dicho palabra en todo este tiempo.-dijo con indiferencia.
La condujeron a donde estaba.
Por dentro todavía se encontraba en peor estado que afuera, donde por lo menos se podía contemplar el paisaje. En cada sitio había un monje distinto que realizaba diversas tareas, ya fuesen cuidar las plantas, trabajar en las cocinas y demás labores, el caso es que ese monasterio estaba lleno.
Al parecer esas personas eran gente sin hogar que poco a poco fueron llenando el monasterio con la idea de entregarse a Dios.
La hermana condujo a Chris por una serie de largos pasillos, donde cualquier persona se perdería si no llevase a alguien que los conociese como la palma de su mano.
Se detuvieron en la ultima puerta situada en él que ella creía que era el pasillo más alejado de la puerta principal del monasterio.
La monja rompió silencio con el que habían estado mientras la conducía por el monasterio:
-No creo que te sirva de mucho, ya que en todos estos años la hermana sofí no a pronunciado ninguna palabra, pero si tu quieres intentarlo...-dijo encogiéndose de hombros- pero te advierto, la hermana sofí tiene mal el corazón y si te pide que te vayas o la dejes en paz lo haces ¿entendido?-dijo mientras abría la puerta.
La habitación estaba totalmente a oscuras pero no pareció extrañar a la monja.
- Hermana sofí, una joven vino preguntando por usted, las dejo para que hablen.-dijo empujando a Chris dentro y cerrando la puerta tras de sí.
Una vez que se acostumbro a la luz, Chris pudo ver un poco mejor, y se puso a contemplar la habitación.
en una silla, que se encontraba en un rincón, estaba sentada una persona.
Era una mujer de no más de 45 años pero aparentaba 70. tenía la cara un poco desfigurada y desgastada y parecía estar perdida en tiempos pasados, como todas las monjas y monjes de ese monasterio, iba vestida con una túnica marrón, con un cinturón atado a la cintura.
Chris no sabia que hacer si acercarse o no pero ya estaba allí y no se iría sin saber la verdad.
Se aproximo a ella y dijo con la voz más educada que pudo:
-hola me llamo cristal Aranda y venido porque me dijeron que usted estuvo trabajando en el orfanato nunca jamás y me gustaría preguntarle unas cosas- dijo con voz insegura pensando que esa mujer no le contestaría
Y así fue o eso creía porque cuando ya había decidido irse ya que la señora no decía ni palabra... habló.
-Si, yo trabaje allí - dijo con la mirada perdida.
Chris no supo que responder.
Su voz la había pillado por sorpresa. Era débil y ronca, el aspecto que tiene una voz cuando lleva tiempo sin usarse.
Chris volvió a la realidad. Y comenzó a pensar cuales serían las preguntas adecuadas para no ofender a aquella pobre mujer.
Miro a su alrededor, se encontraban en una sala oscura y fría, en la que cualquier persona cuerda no se atrevería a vivir. Fijándose bien, se dio cuenta de que había solo una cama pequeña y una cómoda, a su lado se encontraba una ventana llena de moho y con una verja que la cubría entera, se dispuso a subir las persianas con el propósito de ver mejor.
-¡NO! Por favor no las subas no quiero quedarme ciega, ¿Sabes cuanto tiempo llevo sin ver la luz del día? – no espero a que Chris respondiera.- ¡ Dieciocho años! Me da pavor solo de pensar en volver a verles, no podría…..-Sé cayo sin poder continuar.
Chris no sabía de que hablaba, le parecía que esa mujer estaba loca y que no le podría ayudar en nada, pero cuando se iba a dar la vuelta para irse sin esperanzas de poder descubrir de donde venía, una voz la sorprendió:
- No te recordaba así Chris has cambiado mucho.
Chris se dio la vuelta, no se podía creer lo que estaba oyendo ¿Cómo esa mujer podía conocer su nombre?
Se acerco poco a poco y se sentó en una silla al lado de ella.
Estaba en estado de sock, pero no podía dejar la oportunidad de preguntarle todas sus dudas:
- Pero… pero – la costó arrancar - ¿Cómo es posible que me conozcas?
- Claro que te conozco Chris, es más te conozco desde que tenías dos meses, justo cuando llegué al orfanato.
Chris se quedo muda, no se lo podía creer antes de que pudiese reaccionar sofí siguió hablar.
- Cuando yo llegue al orfanato Nunca Jamás era una joven enfermera de poco mas de 27 años, y solo pensaba en trabajar bien y en cuidar a todos los niños que pudiese. Cuando levaba allí un mes, paso algo, alguien vino diciendo que había una niña abandonada en el camino. Rápidamente nuestros médicos y algunas enfermeras fueron al lugar donde se encontraba ese bebe. Yo me encontraba entre ellos. Cuando llegamos vimos a una niña de menos de un mes bien envuelta en una manta. Estaba despierta y tenía una mirada que nunca podré olvidar. Sus ojos eran de un color azul cristalino, el color más puro que habíamos visto nunca.- hizo una pausa para tomar aire. Chris parecía ida como si no estuviese en esa habitación. La monja siguió hablando- La llevamos rápidamente a examinar, para ver si estaba en buenas condiciones. Nos quedamos sorprendidos al ver que estaba perfectamente y muy bien cuidada. La dejaron en una habitación con la esperanza que llegase alguien que la conociese y se la llevase. El tiempo pasaba y nadie llegaba y la niña cada vez estaba más sola, y yo no pude quedarme al margen y decidí cuidarla. La cambiaba el pañal, la lavaba, jugaba con ella....la vi crecer. Como no sabíamos como se llamaba decidimos llamarla Christal, por el color cristalino de sus ojos.- concluyo con voz cansada, como si no la quedasen muchas fuerzas ya.
Chris seguía sin reaccionar, pasaron unos minutos y por fin pudo pensar con claridad.
No es que fuese tan raro e increíble, ya se esperaba algo así. Que sus padres la habían abandonado y que otra familia la había adoptado, aunque esto lo presentía siempre tenía la duda de sí era una mentira o si ella estaba equivocada, pero....ahora ya no había duda en ella.
De repente todo un torrente de preguntas le vinieron a la cabeza ¿quién eran sus padres?, ¿Cómo podría encontrarlos?¿Qué fue lo que paso?¿A que edad se marcho?
Chris miro a la señora, no parecía que tuviera fuerza para responder, por lo que le pregunto la que más incertidumbre le causa.
-perdone... ¿qué fue lo que le paso al orfanato cuando yo me fui? El conductor del autobús me dijo que hubo una masacre y que solo sobrevivió usted - cuando Chris dijo esto la cara de sofí se ensombreció y unas lagrimas se le deslizaron suavemente por la mejilla.
- fue algo horroroso, todo comenzó la misma mañana que te adoptaron los señores Aranda. Llegaron muy temprano, ya lo habían arreglado todo por teléfono con Franc Smith, el director, y solo faltaba que te recogiesen. Eran una familia amable, simpática y buena, yo sabía que con ellos no tendrías ningún tipo de problemas, pero aun así no podía impedir que una gran tristeza me recorriese por todo el cuerpo. Llevaba cuidándote dos años, los dos años más cortos , pero a la vez los mas plenos de mi vida y me parecía injusto que te arrebataran tan pronto de mí. Vi desde lejos como te entregaban a esa familia y como se alejaban en su coche. Muy triste me fui a hacer mi trabajo con la idea de que eso me distrajese. Ya por la tarde todo el mundo sabía que te habías ido y ese día el comedor estaba muy silencioso, hasta que de repente un ruido atronador llego del piso de arriba.- se quedo callada incapaz de seguir ablando.
Chris espero paciente unos instantes y la hermana siguió hablando.
-Lo sucedido a continuación no lo recuerdo bien, fue todo demasiado rápido. Nosotros los cuidadores del comedor subimos rápidamente para saber que es lo que había sucedido. Cuando llegamos no veíamos nada más que sangre y cuerpos de niños sin vida por todos lados. Algunos nos dimos cuenta de lo que pasaba en seguida y salimos corriendo para avisar a los demás y poder huir...pero no nos dio tiempo. No recuerdo bien sus aspectos, pero eran unos hombres corpulento e iban armados con espadas, no eran unas espadas normales, desprendían unos destellos inhumanos, pero tampoco lo puedo asegurar ya que estaban todas teñidas de sangre y puede que en ese momento me imaginase cosas con la tensión del momento. Los hombres se aproximaron con sus espadas a matarnos y lo consiguieron, pero se olvidaron de mi. Cuando cuatro hombres se abalanzaron a mis compañeros yo conseguí esquivarlos pero no sin que una de sus espadas me cortase media cara- un escalofrío recorrió el cuerpo de Chris al fijarse bien es la cara desfigurada de la mujer.- conseguí esconderme detrás de unos muebles tirados por el suelo. No podía respirar, me moría de dolor, sangraba a chorros, pero me quede allí rezando como nunca lo había echo. Cuando creía que ya estaba muerta la policía y los servicios médicos llegaron. Tarde mucho en recuperarme y todavía lo estoy haciendo. Cuando me llevaron al hospital de valdeverdeja, ya que era el más cercano, me dijeron que solo había sobrevivido yo y que tanto los huérfanos como los cuidadores y médicos habían muerto, y que no habían encontrados a los causantes ya que estos habían desaparecido y nadie se podía explicar como, y eso que la policía había llegado enseguida y del orfanato no habían visto salir a nadie. Cuando salí del hospital me daba demasiado miedo todo. No salía de mi casa por miedo y pensé que solo me quedaba un sitio donde podría estar segura, ya que me había salvado una vez. Hice mis maletas, vendí mi casa y me vine a vivir aquí. El problema era que aquí tampoco me sentía segura, por lo que me quedaba siempre en mi cuarto.-dijo concluyendo y limpiándose las lagrimas.
Chris se quedo dirigiendo todo aquello pero se le vino a la cabeza algo que le había dicho la otra monja.
- perdone, vale que usted se quedase aquí por miedo pero ¿por qué no hablaba con nadie?.- dijo extrañada
-ooh! Jajaja eso te han dicho jajaja-dijo riendo- yo no es que no hablara con ellos es que ellos no hablaban conmigo. Al llegar no me salía casi ninguna palabra, me comunique por signos ya que no me salía la voz en ese momento. A raíz de eso la gente se creyó que era muda o que tenia una rara enfermedad y siempre que me hablaban lo hacían por signos, y como a mi no me apetecía explicarles que podía hablar les deje que siguieran pensando eso-dijo concluyendo con una sonrisita.
Chris se río con ella, pensar que esa mujer la había criado le resultaba muy extraño, pero a la vez la reconfortaba, ya que sabiendo que esa mujer amable y simpática se había ocupado de ella y no alguien peor la tranquilizaba.
Chris miro su reloj y se dio cuenta que era más tarde de lo que ella se había creído. Quería quedarse y seguir hablando pero si lo hacía no creía que Amy la pudiese cubrir más tiempo.
- lo siento sofí pero e de irme no quiero que mis...padres se enfaden- dijo preocupada porque había dudado si llamar a sus padres por su nombre.
- Oh! Claro, claro no te preocupes puedes irte tranquila- dijo un poco apenada
- Pero si no le molesta me gustaría volver a venir- dijo Chris dubitativa por si esa idea a la mujer no le agradaba.
- ¡ Claro que no! Puedes venir siempre que quieras.- dijo mucho más animada y con una sonrisa.
- Así lo haré no se preocupe- dijo levantándose y despidiéndose con la mano mientras salía.
- Por cierto Chris, fuiste lo mas parecido que tuve a una hija y te quiero dar las gracias por ello.
- No, quien te tiene que dar las gracias soy yo. Tu me cuidaste cuando nadie se preocupaba por mi, por ello muchas gracias. – y se fue cerrando la puerta suavemente
Cuando salió del monasterio ya había anochecido y no se veía nada.
Aquel sitio tan hermoso de por la mañana ahora no lo parecía. Los árboles parecían que te observaban y se escuchaban ruidos demasiados espeluznantes como para no asustar. Cuando ya llevaba medio camino recorrido escucho un ruido detrás suya. No espero a girarse y mirar que era ya que su instinto le decía que debía de correr y así lo hizo.
No sabía donde iba pero si que iba demasiado rápido como para que la cogieran y cuando ya no podía correr más apareció en una calle.
Estaba de vuelta en valdeverdeja. No se había dado cuenta, pero en menos de cinco minutos había corrido la distancia que esta mañana le había llevado veinte minutos.
Cuando pudo recuperar el oxigeno se giro a ver si lo que la seguía, seguía hay. No vio nada y Chris se río de lo estúpida que había sido pensando que la seguía algo, ya que podía a ver sido cualquier animalito que pasaba por hay el que había producido el ruido que había escuchado.
De pronto un crack producido al partirse una rama , la hizo recordar su presentimiento. Aterrorizada, su primer impulsó fue correr, correr como nunca lo había hecho, correr por salvar su vida. No conocía los caminos del lugar, pero no la importaba, lo único que quería era correr y rezar para no cansarse nunca.
Pero tan absorta estaba en correr que no se dio cuenta de que había una roca delante y… se tropezó con ella.
En el suelo, se dio cuenta de que lo que le seguía no era un animal. Una oscura sombra le seguía. Se levanto de un saltó pensando “ No hay dolor, no hay dolor” y volvió a correr. Así prosiguió hasta que se encontró con callejón sin salida.
La sombra cada vez se encontraba mas y mas cerca, pero con la oscuridad de la noche, Chris no conseguía verla la cara. Lo que si consiguió a percibir es que en la mano izquierda llevaba una espada, en ese momento Chris tragó saliva, nunca había oído hablar de asesinos con espadas, eso estaba muy anticuado, a menos que… formara parte de los mismos que asaltaran el orfanato.
La sombra se detuvo frente a ella y Chris tuvo el impulso de chillar, la sombra se paró en seco al escuchar su grito y por fin Chris vio la cara de su atacante.

jueves, 11 de junio de 2009

PREMIO!

Gracias a Solcis de: http://legado-shader.blogspot.com/ ^^


Reglas:
1)Selecconar 4 blog que fomenten este genero bien de Forma Literaria (informacion, Fan Fic) o bien hablando de peliculas & series
2)Avisar al blog elegido para que venga a retirar su premio
3)Poner un enlace de los blog elegidos

Se lo doi a todas las personas que les guste esta historia ^^ porque significais mucho!!

lunes, 8 de junio de 2009

Capítulo 4

Capítulo 4

LA TIERRA

Habían pasado varios días desde que Nícolas había tenido su pesadilla y desde entonces no había podido olvidarse de ella, y eso que Nícolas era una de esas personas sin escrúpulos y sin quebraderos de cabeza.
Había intentado concentrarse en su trabajo para olvidarse de ella, pero cada instante que paraba, volvía a él la imagen aterrorizada de la chica misteriosa del sueño.
Además, por otro lado no entendía por que su padre le ocultaba sus encargos en la Tierra.
No podía mas con aquella incertidumbre a sí que se dispuso haber a su padre para que le contase toda la verdad.
Salió por la puerta a una velocidad endiablada debido a su excelente estado de forma.
Poco tiempo después se situó enfrente de la puerta de su padre, pero antes de llamar oyó ruido detrás de la puerta. Se escuchaba una conversación que mantenía su padre con uno de sus consejeros, y para sorpresa y suerte de Nícolas la conversación iba sobre la Tierra:
- … Sí, sí ya sé. Hay que actuar ya. No podemos aplazar esto por más tiempo. Hay que traerle lo antes posible. Y si no colabora. Pues… habrá que librarse de el.
Nícolas se quedó sorprendido. Lo que ataba a su padre a la Tierra no eran negocios, era un humano.
De repente se abrió la puerta, y apareció el consejero que estaba hablando con su padre.
Lo miró de arriba a bajo y Nícolas le echo una mirada desafiante.
No le caían bien ninguno de sus consejeros, todos eran unos avaros que solo querían tierras y el poder de controlar a su rey.
Tras unos instantes de silencio, el consejero dejo atrás la puerta de el despacho del rey, y Nícolas aprovecho para entrar.
Su padre al verlo se levanto a darle un abrazo, pero Nícolas no se lo devolvió. Y entonces su padre dándose cuenta de que le pasaba algo le preguntó:
- ¿Té pasa algo hijo, estas muy callado? – dijo.
- No se, tu sabrás. ¿No me ocultarás nada verdad?.
Su padre suspiró y se sentó en su trono, y comenzó a hablar:
- Si hijo, la verdad es que tenemos un problema con un humano que parece ser que nadie puede ocuparse de el, y por eso había pensado mandarte a ti.
Nícolas se quedo cayado y siguió escuchando a su padre.
-se trata de un humano de tu edad mas o menos que nos puede dar muchos problemas.-dijo concluyendo con una sonrisa.
- esta bien y ¿qué quieres que haga cuando la encuentre? ¿Te la debo traer a tu presencia o matarlo cuando lo vea?-dijo impasible como si la muerta de esa humana fuese como un trabajo más.
-mmm…tráemelo primero a mi presencia y después lo mataremos- dijo el rey como si esa idea le satisficiera mas de lo debido.
- esta bien, ¿cuando debo partir?- dijo Nícolas mientras se levantaba para preparar su equipaje.
-cuando estés listo y procura llevarte mucho equipaje porque no creo que sea tan fácil traerlo, hasta para ti. Mucha gente le protege tendrás que tener cuidado- dijo su padre un poco preocupado en apariencia.
- no te preocupes, partiré nada mas hacer mi equipaje y vendré lo antes posible.- dijo ya yéndose.
-esta bien pero me parece que tendrías que tener a alguien para que te ayude y sé cual es la persona adecuada para ello, te acuerdas de Kate.
Ella podrá guiarte en la tierra, e informarte de todos nuestros progresos.
No debes perder mas tiempo.
Y su padre volvió a abrazarle, pero esta vez si tuvo respuesta.
- Te echaré de menos, papá.
- Gracias hijo.
Nícolas se quedó callado, hacia mucho que su padre no le daba ninguna muestra de afecto. Siempre estaba muy ocupado en sus asuntos, aunque la verdad es que Nícolas pensaba que tampoco necesitaba su cariño.




Al día siguiente cogió a “Black”, su caballo, que como su propio nombre indicaba era de color negro. Era esbelto, de pura raza y el mejor amigo de Nícolas. Era el mejor regalo que le había echo su padre por su cumpleaños, desde ese día Nícolas y Black no se separaron.
- hola, ¿Cómo andas viejo amigo? – le preguntó Nícolas con un tono entusiasta.
El caballo contesto con un relincho.
- Si, yo también me alegro mucho de verte. Por cierto tengo buenas noticias. Mi padre nos ha encomendado una misión muy importante. Lo malo para ti es que solo me podrás acompañar hasta el portal.
Black volvió a relinchar.
- Ya, yo también lo siento pero sería muy cantoso. En la Tierra, según me han informado ya no se trasladan en caballos, se mueven a través de unos seres con cuatro ruedas, que se llaman… - Nícolas intentó recordar el nombre – a si, se llaman coches. Y ahora vamos a ponernos en marcha, que hay un día de camino hasta allí.
El camino hasta allí no era muy largo, pero si muy complejo y lento.
Había que atravesar un bosque frondoso con largas raíces que ralentizaban el paso, y un pantano con el que había que ir con mucho cuidado para no hundirte, ya que se camuflaba con la tierra levantada por las raíces.
Pero lo mas peligroso del viaje, no era solo eso, también había unas terribles criaturas que se comían a todos los viajeros que se acercaban al bosque sin cuidado y sin ningún arma.
Las criaturas de aquel lugar era muy peligrosas, sobretodo los Cannius y los Ahorculas.
Los Cannius eran unos híbridos entre lobos y perros, pero mucho mas agresivos y sangrientos que ambos juntos. Eran de varios colores, pero los que mas abundaban eran los castaños. Su tamaño era medio, pero nada comparado con sus enormes garras que podían matar a cualquiera en un instantes.
En cambio los Ahorculas vivían en las profundidades del pantano, solo subían a la superficie para cazar a cualquiera ser despistado que se acercarse demasiado a la orilla, pero su manjar eran los Cannius pero pocas veces conseguían tan exquisito premio. Su físico no estaba definido ya que debajo de todo el fango que les cubría nadie había conseguido verlos nunca.
Mientras atravesaban el bosque, casi llegando a la zona pantanosa, se encontraron un Cannius, que les atacó de improviso, pero Nícolas haciendo gala de su agilidad, tardó menos de un segundo en sacar su espada y partirlo en dos.
- Ha estado cerca ¿eh? – le dijo a Black.
- Hiiiiii – le relincho.
- Bueno y ahora ¿Qué hacemos con este? – dijo mirando el Cannius.
El caballo le miro
-Aquí no lo podemos dejar hombre, ya se lo meteremos en el pantano para que se lo coman los Ahorculas.
Prosiguieron su marcha sin descanso.
Transcurrieron varias horas y a Nícolas se le pasaron volando ya que iba encima de su mejor amigo y había hablado con el en ese tiempo más que un mes en palacio.
Cuando los primeros rayos del alba llegaron, se encontraban ya a muy poca distancia del portal, y entonces Nícolas comenzó a contar los últimos cotilleos de la corte a Black:
- … y les pillaron robando al propio caballero del rey. Este muy enfadado les mando a ambos a la horca. – Nícolas se puso a mirar el paisaje distraído.
Black soltó un bufido.
- ¿Que? – le preguntó Nícolas molesto.
- Hiiiiii
- No estoy distraído. – Black volvió a bufar – bueno vale, quizá un poco. Pero tu también lo estarías si te hubiesen pasado las mismas cosas que me habían pasado a mi.
Y se dispuso a contárselas y el caballo le escuchaba. Le contó todo lo que le había pasado, desde la espía que había llegado herida de la Tierra hasta la conversación que había escuchado entre el rey y su consejero.
- Además últimamente hay una pesadilla que me atormenta día si y día también
En ese momento el caballo puso cara de que era ahora cuando le estaba prestado más atención.
- A esto si te interesa. Como se nota que eres un cotilla. Bueno te la voy a contar, pero porque eres mi mejor amigo. Es que me da vergüenza.
Black hizo un extraño, como intentando que Nícolas se asustara.
- Vale, vale. A ver salía una chica a la que no conocía de nada, eso si muy guapa, una de las más guapas que e visto nunca, tenías que haber soñado con ella, tenía unos ojos y un pelo.
Black pataleo en el suelo.
- Si, si me centro en el sueño. Y a la chica le comenzaba a perseguir una sombra y la chica corría y corría, pero no podía escapar y entonces me desperté.
Black se quedo callado esperando que siguiese hablando.
- No, no hay mas. Y sabes porque me preocupo verdad, sabes porque tengo miedo. No quiero que sea como mis otras pesadillas, no quiero que se haga realidad.
- Hiiiiii
- Ya se que nunca me ha importado que nadie muriese e incluso yo no tengo inconveniente en matar, pero no se hay algo en esa chica que bueno, no quiero que le pase nada. Y ahora vamos a dejar el tema que allí esta Katrin, el guardia del portal.
El lugar donde se encontraba el guardia era una antesala al portal, ya que solo había unos pocos privilegiados que pudieran pasar más allá del guardia. Tras el guarda había un frondoso bosque que solo tenía una entrada para que no se colase nadie sin autorización.
El guardia era muy robusto y musculado, pero parecía tener poco cerebro. Estaba vestido como uno de los guardas del rey de un rango medio, ya que la vigilancia de un lugar sagrado no se la podían colocar a cualquier principiante, tenia que ser un guarda con experiencia.
Poco después Katrin se percató de la presencia de Nícolas:
- Saludos, mi lord. El maestro Yavka le esta esperando.
- Perfecto.- y ahora se dirigió a Black – nuestros caminos se separan aquí amigo. Aguárdame aquí hasta la vuelta. – volvió a dirigirse al guardia pero ahora con la mirada fría – como cuando vuelva mi caballo no este en perfectas condiciones, me ocuparé personalmente de que le impongan el máximo castigo, se lo aviso.
Nícolas se dispuso a dejar atrás a Black y al guarda que seguía mirando con ojos desorbitados de miedo, porque aunque Nícolas lo hubiese dicho gritan había un tono aterrador que te ponía los pelos de punta.
Se introdujo en un lugar mágico donde reinaba la paz, todos sus habitantes parecían estar felices, nadie mataba para poder alimentarse, ya que lo hacían de la magia que de allí manaba. Todo esto a Nícolas le resultaba repulsivo e idiota. No concebía un lugar sin luchas, sangre o disputas por la comida.
Tras todo ese manto de magia se encontraba una pequeña cabaña hecha claro esta por obra de la magia, ya que el maestro usaba nada proveniente de seres vivos, si para ello antes tenía que matarlo. Por ello la cabaña no es que hubiera sido construida, sino que había sido creada, y allí era otro ser mas.
Aunque eso si, se notaba que el maestro era para esos seres como una especie de Señor o Dios creador.
Cuando Yavka vio entrar a Nícolas en su morada, fue como si la toda la Tierra que había creado estuviera sufriendo un terremoto.
- Saludos maestro – dijo Nícolas haciendo una reverencia.
- Déjate de saludos embustero – Nícolas no pudo contener la sonrisa ante tan halago.
- Esta bien, como quiera. No he venido a intercambiar cortesías con usted, he venido a atravesar el portal. Así que guíeme hasta él.
- Maldito seas tu y toda tu estirpe.
- Tranquilo abuelote, no querrá meterse en ningún lío.
Tras esto, el maestro se levantó de su asiento y Nícolas muy caballeroso le abrió la puerta y le dejo pasar primero. Yavka ni se giró para darle las gracias
Se pusieron de camino y Yavka se puso a hablar con sus seres:
- Si, tenéis razón. He estado estudiando su corazón y es posible que el aún tenga una oportunidad de salvarse. Pero debéis de reconocer que no podrá solo, esta rodeado de demasiadas malas influencias. Sus ojos lo reflejan todo, ese gris refleja que no sabe quien es en realidad ni sabe porque hace las cosas. Aun así debe de tener algo especial porque esa espada, no es una cualquiera, es la espada que llevó el rey Rainhko cuando ganó la batalla por el reino. Esa espada estaba hechizada y solo otra persona que fuese merecedora de ella y que hubiera nacido para ella la podría usar con todo su potencial, pero a la vista esta que todavía el no conoce todos sus poderes y estos han dado muestra de si mismos.
Nícolas ajeno a toda esta conversación, andaba cabizbajo, pensando en lo que se encontraría al llegar a la Tierra.
Poco después llegaron a un gran claro verde que se encontraba ajeno a todas las demás especies de aquel lugar.
En medio de todo aquello había un altar rodeado de cinco rocas de gran tamaño terminadas en pico. En cada roca había unos dibujos que representaban escenas de las grandes batallas que habían ocurrido en Lauma.
De repente el viejo se paró justo en el centro de aquel círculo.
- Bueno pues ya hemos llegado.
- Es esto, me esperaba no se, otra cosa.
- Pues te tendrás que contentar con esto.
- Bueno y ahora solo hay que decir el hechizo ¿no’
Yavka asintió.
Nícolas se saco del bolsillo un pergamino y comenzó a entonar el hechizo:

Abre puertas
Encierra recuerdos
Muestra a los ojos del alma
Un camino hacía la vida
Y no dejes entrar a los impuros
Guarda los secretos en el frío de la noche
Y desata tu poder con el oscuro dolor.

De repente todas las piedras comenzaron a brillar, cada una de un color, representando a cada elemento; el azul para el agua, rojo para el fuego, verde tierra y amarillo para el viento.
Tras unos instantes las piedras dejaron de brillar, y cuando Nícolas fue a replicar, un gran torbellino apareció de la nada. A través de el se podía ver la Tierra, Nícolas no conocía exactamente el lugar preciso, pero sabía que no estaba muy lejos de su destinó.
Miró a Yavka y este le devolvió la mirada; y Nícolas se dispuso a atravesar el portal dejando a tras toda su vida y su tierra.

sábado, 6 de junio de 2009

Desafio

Dado por solcis de: http://legado-shader.blogspot.com/

Instrucciones:
1) Coge el libro que tengas más cerca
2)Ábrelo en la página 161
3)Busca la 5º frase (completa)
4) Cita la frase en el blog
5)Pásalo a otros cinco blog


-Palpé con cuidado la piedra qué, de algún modo, me permitía existir, peguntándome qué iba a hacer yo a partir de aquel momento.

Noche de baile en el infierno

Se lo doy a:
Casey de: http://secrets-of-a--vampire.blogspot.com/
Osora de: http://amante-vampiro.blogspot.com/
Genne de: http://stargenne.blogspot.com/
Hanna de: http://elmundodehanna.blogspot.com/
Analieta de: http://analieta.blogspot.com/

jueves, 4 de junio de 2009

PREMIO!!

Dado po Joha de : http://www.notodosetratadehistoriascuerdas.blogspot.com/ muchas graciassss!!!^^ espero que visiten su blog porque esta escribiendo una historia que esta genial y te engancha en el primer capítulo!!!!muchas graciasssssss!!
PREMIO EDWARD

Reglas: Este premio consiste en, aparte de pasarlo a otros blogs, decir por qué te gusta Twilight, que le dirías a uno de los protagonistas de la saga y por qué le agradeces a la persona que te lo dio...

¿Por qué me gusta Twilight?

Lo adoro, me gusta porque fue el segundo libro que me leí y nunca pense que me gustaria tanto...me encanta todo!!!! me gusta tanto que me los se de memoria ^^

¿Qué le diría a uno de los protagonistas?

jajaja No le diría nada!! solo me agarraría a el con unas esposas (tira la llave)y ya esta!!!!no hace falta convertirse en un vampiro para estar siempre a su lada jajajaja!!

Se lo doy a:

Genne de: http://stargenne.blogspot.com/

Osora de: http://amante-vampiro.blogspot.com/

Luu de: http://luxdilune.blogspot.com/

Jen de: http://jennotas.blogspot.com/

Bri de: http://imaginoalgoquenoexiste.blogspot.com/

Analieta de: http://analieta.blogspot.com/

Laura de: http://vampireprincess-laura.blogspot.com/

Solcis de: http://legado-shader.blogspot.com/

Capítulo 3

Capítulo 3

DESCUBRIMIENTO




Chris estaba tumbada en su cama aburrida.
Ya había llegado el verano y no tenía nada que hacer ya que había aprobado todo y no la había quedado ninguna para septiembre así que ¿qué podía hacer?
Se le ocurrió que podía ir a ver sus fotos de cuando era niña.
Se levanto de su cama y sin vestirse y en camisón subió lentamente las escaleras del desván para no despertar a sus padre.
El desván era muy grande y luminoso aunque era un poco frío en invierno. Estaba muy ordenado, debido a la obsesión por la limpieza de su madre.
Poco después buscó las fotos. Las encontró en un arcón con otros objetos viejos de su infancia. Era un arcón viejo de madera oscura con relieves infantiles que por su estado actual daría miedo a cualquier niño.
Estuvo viendo las fotos y riéndose de las tonterías que hacía cuando era pequeña. Llevaba ya una hora viendo las fotos , ya había amanecido y seguro que sus padres estrían a punto de despertarse.
Ya se iba a ir, empezó a recoger todo cuando pensando y recordando las fotos, algo extraño se le vino a la cabeza, no tenía ninguna foto con menos de dos años, y tampoco había ninguna foto de su madre embarazada. Por si fuera poco estaba aquella conversación que había tenido con Leo.
En esos momentos la conversación, tenía mucho sentido.
Bajo las escaleras, pero como iba embobada se tropezó varias veces.
Bajó a la cocina a preguntarle a su madre donde estaban guardadas las demás fotos.
- Mama, ¿ te acuerdas donde están guardadas mis fotos de pequeña?
- Están guardadas en el desván, hija - le respondió.
- No, allí solo están las de a partir de dos años.
Su madre se quedó pálida, y cambió de tema rápidamente.
- Ay hija, se me había olvidado tienes que ir a la tienda de Jonh a por el pedido que encargué ayer.
Chris se quedó con la mosca detrás de la oreja, pero decidió que proseguirían la conversación en un momento más oportuno.


Cuando llegó a la tienda se encontró allí con Amy.
Dudaba si contarle o no sus descubrimientos. Al final decidió contárselo porque si no se lo contaba a su mejor amiga, ¿A quién se lo iba a contar?
- Amy, tengo que hablar contigo.-dijo un poco nerviosa creyendo que su amiga se reiría de ella.
- Claro, ¿Qué pasa?
- Pero no me digas que estoy loca ni nada de eso ¿vale?
- Vale, vale..- Chris se tranquilizó un poco - Ahora vamos a otro lugar más tranquilo para charlar sin que nadie nos oiga.
Fueron al lugar donde iban desde crías ,el sitio de siempre.
Este no era mas que un árbol seco, pero al fin y al cabo era su refugio y lo querían mucho como si en él hubiesen dejado una parte de ellas.
- Vale ahora que estamos en un lugar más tranquilo, me puedes contar que demonios te ocurre.
- Ay Amy, te lo contaré desde el principio.
Si se lo contó todo, como aquella mañana había subido al desván a mirar sus fotos de cuando era niña, como no había encontrado ninguna con menos de dos años ni con su madre embarazada y como su madre había esquivado el tema. Eso sí, omitió la conversación que había tenido con Leo.
- Mira, no creo que signifique nada pero¿ porque no se lo preguntas a tu madre y te dejas de comer la cabeza?
- No es tan fácil sabes. Tengo que estar segura antes de poder preguntárselo, no quiero meter la pata y hacerles daño a mis padres.
Amy se encogió de hombros.
- Cómo quieras, pero entonces, ¿qué vas a hacer?
- Voy a volver al desván a ver si encuentro alguna foto o algo.
- OK, pero si descubres algo me llamas.
- Vaaale.
- A, y sabes donde estoy si necesitas ayuda u otra cosa.
- Siii. Venga adiós.
- Adiós.

Llegó a su casa y dejando caer la compra encima de la mesa y sin decirle hola a su madre subió corriendo al desván.
Rebusco por todos los lados, en cada rincón y no encontró nada...así que solo le quedaba preguntárselo a su madre.
Bajó a la cocina para cenar y mientras su madre fregaba ella se dispuso a sacar el tema.
- Oye Mama ¿te acuerdas de lo que te pregunte esta mañana?
- No la verdad es que no, tenía otras cosas en la cabeza- decía sin mirarla y sin dejar de limpiar los platos.
- Pues hablábamos de donde guardastes mis fotos de cuando tenía menos de dos años o de cuando estabas embaraza.-dijo despreocupada.
- Ohh ... siento decirte hija que tu padre las tiro hace mucho tiempo por error al creer que era una caja vieja.-
Chris se fijó que mientras hablaba de que no la miraba a la cara si no que seguía limpiando el mismo plato de hace diez minutos. Sabiendo que no sacaría más información a su madre termino de cenar y se fue a dormir.
Mientras reflexionaba en la cama pensando lo que le había dicho su madre, cada vez todo le parecía más raro.... Como su padre, que era la persona que más le gustaba guardar los recuerdos de todos los lugares que visitaban y que encima llevaba casi siempre una cámara en las manos, pudo tirar las fotos de la infancia de su hija .Y aunque hubiese sido por error su padre siempre veía lo que tiraba por si era unos de sus mil recuerdos por todo el mundo.
Al día siguiente volvió al desván por tercera vez y se puso a revolver los trastos viejos, aún sabiendo que era una tontería, ya que no creía poder encontrar nada.
Tras horas rebuscando sin encontrar nada, se dio por vencida.
Estaba ya bajando las escaleras, cuando se dio cuenta de que sonaba hueco. Volvió a subir las escaleras para comprobar que era cierto, que no se lo había imaginado.
Había una oquedad entre el quinto y sexto escalón.
Intentó arrancar la madera con las manos, pero estaba muy bien encajado, y la fuerza no era una de sus virtudes. Así que decidió bajar a buscar a su padre para que le dejase las herramientas.
- Papá, ¿Dónde están las herramientas? – le gritó mientras llegaba donde él se encontraba.
- Para que las quieres – le dijo él sin contestar a su pregunta.
Chris dudó un instante si decirle o no para que las quería.
Al final pensó que sería mejor echarle una pequeña mentirilla.
- Pues… para arreglar el despertador.
- Tráemelo y te lo arreglo yo que estoy un poco aburrido – le dijo como si supiese que le había echado un embuste.
- No, no – le dijo Chris – prefiero hacerlo por mi misma.
Ante la insistencia de Chris, su padre cedió.
- Vale, esta bien. Están en el armario de mi habitación, justo debajo de mis camisas. Espero que no se te quite esta actitud tan trabajadora – le dijo su padre riéndose.
- Tranquilo, no romperé nada.
Tras dejar a tras a su padre en el comedor, salió disparada como un obus hacia el desván.
Cuando encontró los escalones, le entraron dudas, y se pregunto si valía la pena desenterrar el pasado, porque a fin de cuentas: “Lo pasado, pasado esta”.
Pero por otra parte pensaba si se iba a quedar toda la vida con la intriga de saber quien era en realidad, cuales eran sus orígenes y sobretodo :¿Quién eran sus verdaderos padres?, Pero y si todo formaba parte de su imaginación, y si se había montado una novela, y todo porque, por una conversación con n chico, por un absurdo sueño y por unas fotos que a lo mejor estaban guardadas en otro sitio.
Si, Chris estaba perdida y sin saber que hacer. La decisión que tomara cambiaria su vida, suponiendo que en aquella oquedad hubiera algo.
En esos momentos Chris necesitaba mas que nunca a Amy, pero no podía llamarla esto tenía que solucionarlo por si sola.
Tras estas reflexiones, Chris decidió que valía la pena mirar que había en aquel escondrijo, y se dispuso a arrancar la madera aunque en ello se dejara las manos.
Su sorpresa fue enorme al encontrar unos papeles sucios y viejos.
Ellos estaban datados el día 16 de Septiembre del 1990, justo la fecha de su nacimiento, no podía contener las lagrimas pero tampoco podía dejar de mirar aquel papel, que decía lo siguiente:
Querida familia Aranda:
Debo felicitarles ya que su petición de adoptar a la pequeña Chris a sido aceptada ya que dan todos los requisitos económicos y sociales para adoptarla, pero sobretodo les hemos elegido por su buen corazón y por su comprensión sobre el origen de la pequeña por eso ya solo me queda expresarles con toda formalidad que:
Por la presente autorizo a Enrique Aranda y a Louis Aranda a la adopción de Chris, del orfanato “Nunca Jamás”, del cual soy su director y máximo accionista.
Muchos saludos y cuídenla porque ya es su hija.

Franc Smith
Director del orfanato “Nunca Jamás”

Chris estaba impactada todas sus sospechas habían sido confirmadas. No podía pensar, la cabeza le daba vueltas, no podía pensar.”Esto no me puede estar pasando, esto no me puede estar pasando” se repetía una y otra vez.
Chris se encontraba mas y mas confusa a cada momento que pasaba.
Se fue a su habitación y se tumbo en la cama a reflexionar: “Todo esto es una locura, eso es debo de estar teniendo una pesadilla seguro que todavía ni me he graduado. Pero parece todo tan real y…”
De repente llamo su madre a la puerta:
- Se puede – preguntó su madre
- Claro mamá, pasa – y Chris se percató que aquella señora que se encontraba enfrente suya podía ser todo menos su madre.
- Hija ¿Estas bien, te noto muy rara? – le dijo su “madre” como si intuyera algo.
- Si claro mam… mamá – dijo pensando que era mejor mantener las apariencias, por lo meno s hasta que tuviera mas pruebas.
- Esta bien hija, entonces te dejo que sigas ahí tumbada – se fue yendo hacía la puerta – Te quiero Chris
- Lo sé.

Y se fue y Chris volvió a su comecocos particular. Chris pensó: ”Por donde me había quedado a si esto debía ser un sueño pero parece que no que va a ser verdad, venga lo voy a decir SOY ADOPTADA. La verdad es que gritar las cosas aunque sea en tu mente ayuda. Pero volviendo al tema no puedo decir a mis padres que se que soy adoptada, seguramente pensaban contármelo ellos un día de estos pero como disimular, mentir nunca ha sido mi fuerte. Además lo que mas me intriga de todo esto son unas palabras que dijo el director en la carta, esas en las que agradecía a mis padres su comprensión a pesar de mis orígenes. ¿Qué quería decir eso?, pues como que me llamo Chris que lo voy a descubrir, pero claro no se si ese es mi verdadero nombre, bueno da igual, voy a descubrir de donde vengo y nadie me lo va a impedir. Mañana empezaré por buscar información sobre el orfanato y cuando descubra su localización haré una visita a ese tal Franc Smith. Eso si de esto nadie sabrá ni una palabra. Voy a demostrarles a todos que soy capaz de hacer muchas cosas sin la ayuda de nadie.
Tras esta larga reflexión Chris se quedó dormida, había sido un día terriblemente largo, pero lo que ella no sabía es que los habría todavía mas días peores.


Al día siguiente se levantó muy temprano con la esperanza de que toda su familia siguiera durmiendo en la cama.
Chris comenzó a observar con detenimiento los papeles para ver si descubría la dirección del orfanato. La encontró en el sobre de la carta, se encontraba en valdeverdeja un pueblo que se encontraba a tan solo x kilómetros de Medfor.
Buscó la dirección exacta en Internet y planeo el viaje hasta allí, eso si para ello necesitaba la ayuda de su mejor amiga pues necesitaba una excusa para que sus padres la dejaran salir.
Chris llamó a Amy y le dijo:
- Amy, podemos vernos dentro de una hora donde siempre. Necesito tu ayuda – le dijo susurrando.
- Ok, me visto y enseguida estoy allí.
- Hasta ahora – se despidió Chris y colgó.
“Bueno, pensó, espero que me ayude sin tener que contarla la verdad porque aunque me sabe muy mal no decírselo, es mejor para ella que no sepa nada de mis planes”
Poco después se despidió de su madre:
- Mamá, voy a salir – le dijo – volveré dentro de un rato ¿vale?
- Vale, ten cuidado hija.
Se puso en marcha. Cuando llegó Amy ya la estaba esperando.
- Esta bien, suéltalo ya – dijo Amy – infórmame sobre el lío en el que me vas a meter.
Chris no se sorprendió de la suspicacia de Amy, sabía que la conocía como la palma de su mano. Chris no pudo mas que sonreír.
- Vale, vale pero no te enfades.
Amy no contestó y Chris prosiguió.
- Necesito que me cubras mañana durante todo el día – Amy hizo un amago de hablar pero Chris la cortó antes – y no me puedes preguntar para qué.
- Pero como quieres que te cubra sin saber ni si quiera adonde vas. Estas loca.
- Por favor Amy, eres mi única salvación, por favor, por favor – la suplicó.
- Esta bien, ¿que quieres que haga? – se rindió Amy.

Al día siguiente Chris se desertó temprano para preparar todas sus cosas necesarias para el viaje, su tarjeta de crédito (aunque no tenía mucho dinero dentro), comida para el viaje, la carta del director del orfanato, el móvil , entre otras muchas cosas.
Ya había puesto el plan en marcha, Amy ya estaba preparada para su misión. Esta consistía en supuestamente Chris se quedaría en su casa todo el día y también la noche, con la excusa de querían participar en un concurso literario para sacarse unas pelas, para ello debían escribir un libro.
A Chris todavía le quedaba un poco de tiempo hasta que saliera el autobús que le condujese a valdeverdeja. Por ello decidió quedar con Amy antes de comenzar su viaje para repasar todos los puntos del plan.
Cuando tuvo todo preparado bajo a despedirse de sus padres.
Encontró a su madre en el salón leyendo un libro que le había prestado la madre de una compañera de Chris.
Fue ha encontrarse con ella intentando disimular su nerviosismo ya que a ella se le notaba un montón cuando mentía.
- Hija, ¿a dónde vas tan temprano? – le dijo su madre absorta en la lectura.
- Pero si te lo dije ayer – dijo Chris intentando que no le temblara la voz.- voy a pasar el día en casa de Amy. Además también me quedo a dormir a su casa.
- Eso ya lo sabía pero porque te vas tan temprano. Aprovecha que no tienes hacer nada para descansar un poco, que tienes mala cara de no dormir.
- Esta bien me quedo un rato, pero no muy largo – se rindió Chris cansada de hablar.
Al rato de la conversación Chris pensó que ya había esperado el suficiente rato, así que sin hacer mucho ruido para no despertar a su madre, que se había quedado dormida leyendo, se fue a por su mochila, no sin antes dejar una nota para que su madre no se preocupara.
Salió por la puerta de atrás.
En el camino se encontró con Jack, el panadero y con Karen, la florista, lo que hizo que todavía tardase más en llegar al sitió acordado con Amy.
Tiempo después se reunió con Amy.
- Hombre, por fin apareces – dijo Amy molesta – creía que se te habían comido los ratones.
- Es que mi madre no me dejaba salir y he tenido que esperar a que se quedara dormida. – se excusó Chris.
- Bueno lo que importa es que ya estas aquí. Vamos a repasar el plan.
Cuando al fin lo repasaron todo Chris decidió que ya era hora de marcharse:
- Bueno, yo me voy a ir yendo, que el bus sale dentro de veinte minutos.
Chris se fijo en la cara de preocupación de Amy.
- Tranquila volveré a tiempo
- No si yo estoy muy tranquila, pero ten cuidado. Prométemelo.
- Te lo prometo
Y se fundieron en un largo y amistoso abrazo

Chris llego a la estación de autobús con tiempo. No viajaba muchas veces, y como iba sola decidió sentarse al lado del conductor para conseguir un poco de información sobre valdeverdeja.
Este resultó ser muy agradable y no tubo ningún inconveniente en que Chris le diera conversación.
El conductor la vio y se la quedo mirando, no sabía quien era pero era realmente guapa y parecía simpática, lo malo para él era que no aparentaba mas de 18 años.
- Es interesante conducir autobuses – le dijo Chris para romper el hielo, y el conductor la miró perplejo – lo digo por eso de conocer a gran diversidad de gente.
- No te creas, la mayoría no son tan simpáticas y guapas como tu.
Chris sonrió halagada.
- ¿Conoce valdeverdeja? – le pregunto Chris,
- Que si lo conozco, chica yo nací allí
- En serio – le contesto Chris con gran alegría.- ¿por cierto porque esta el autobús tan lleno?
- Es que estamos en fiestas
“Mierda, pensó Chris, eso dificultara mi búsqueda”
- Por cierto, ¿no sabrá en que parte se encuentra el orfanato nunca jamás?
- Lo siento muchachita pero si vas a valdeverdeja para ver el orfanato, llegas unos dieciocho años tarde.
- Perdón, - contestó Chris incrédula- es imposible.
- Lo siento mucho.
- ¿Y que pasó? – preguntó desanimada.
- No lo sabes, hubo una masacre, mataron a todos los niños que estaban allí y a los que cuidaban de ellos. Solo sobrevivió una enfermera, que después de aquello se metió en el convento de Los Angeles. Ella nunca lo pudo superar,
- ¿Cómo que nunca lo podrá superar? ¿Cuántos años tiene?
- Debe tener más cuarenta años.
Poco después llegaron al pueblo, y como le había contado el conductor aquello se notaba que estaba en fiestas. Las cales estaban adornadas y había muchos carteles con el horario de los festejos.
Antes de bajar del autobús le preguntó al conductor:
- ¿Dónde puedo encontrar el convento?
- Esta a las afueras, pero no hay pérdida. Solo hay uno, y por favor ten cuidado, al estar en fiesta la gente pierde un poco la cabeza y si ven a una chica como tu sola por la calle no quiero pensar lo que podría pasar.
-claro no se preocupe- dijo sin darle demasiada importancia ya que ella sabía cuidar de ella misma.
Chris se despidió del alegre conductor, no sin que antes de este le deseara toda la suerte del mundo para que descubriera algo sobre el orfanato.

lunes, 1 de junio de 2009

Capítulo 2

Capítulo 2

NICOLAS

Nícolas un joven muchacho que no superaba los veinte años, se encontraba observando con sus inanimados ojos grises como el humo con el paso de las aburridas horas, se consumía en el ardiente fuego de la chimenea. Durante este tiempo, no dejaba de atusarse su corta melena carbonatada con unos mechones que se dejaban caer sensualmente sobre su tez blanquecina.
Se miró al espejo. En el encontró un rostro y un cuerpo que a la vez de hermoso era fuerte. Con unos brazos corpulento y un abdomen en el que se marcaban los abdominales. Pero aun así su cuerpo no parecía tosco y ni mucho menos extremadamente robusto.
Había intentado, de diversas formas, entretenerse mientras finalizaba su larga espera: había entrenado un poco con su espada, estudiado la lección de su próxima clase e incluso leído algún libro de hazañas heroicas, los que más le gustaban.
Su trabajo en la corte, además de él de príncipe, consistía en vigilar que todo estaba correcto en todas y cada unas de las fuerzas especiales. Nícolas era el general. Estas fuerzas se encargaban de las misiones que debían llevarse a cabo en los lugares que estuvieran alejados del reino e incluso que se encontraran en otro mundo, como en el caso de la última de las misiones que le habían encargado supervisar.
Este era el motivo por el cual le sudaban las manos. Estaba esperando a una de sus mejores espías, y esta llevaba más de cuatro horas de retraso. En realidad, no sabía mucho de esta misión. Su padre, el rey, la guardaba como ni al mejor de los tesoros.
De repente algo le sacó de sus pensamientos.
Era su espía.
Nícolas suspiró aliviado. ¿Cómo podía habérsele pasado por la cabeza la sola idea de que algo iba mal? Pero su alivio desapareció cuando se encontró de frente con la aniñada pero dura cara de Deborah, su espía.
De pronto se fijo en que Deborah estaba pálida y que apenas realizaba movimientos. Momentos después, cuando Nícolas se fijó en la profunda herida que Deborah tenía en su abdomen y en los torrentes de sangre que de ella salían, fue cuando Nícolas se percató de toda la situación. ¡La habían descubierto! Y lo peor no era eso. No, eso estaba aun por llegar.
Nícolas mandó a uno de sus sirvientes a buscar al hechicero real. Después depositó suavemente a Deborah sobre su sofá. Cuando se dio la vuelta para ir a por los cojines para que se encontrara en una posición elevada, una voz entrecortada lo sorprendió:
- Estaba vigilando al que usted me mando, cuando, de repente, me sorprendieron por la espalda y me clavaron, ah, una espada en el abdomen - dijo el espía entre jadeos.
- Y como es que no te han llevado a curar, en vez de traerte directamente a mi presencia.
- Mi señor, esto no tiene tanta importancia como lo que tengo que decirte, pero de todas formas.- tosió- ya lo han intentado y no me han podido curar. Es como si la espada que me ha herido estuviese bajo algún poderoso hechi...
- Aguanta debes resistir, todavía no me has dicho todo- le ordenó.- ¿Viste al que te hizo esto? Porque me imagino que no seria ningún habitante de Lauma, ya que estos no conocen el paso que hay entre este y otros mundos. Ningún habitante, menos, pero ellos no pueden haber sido, no se habrán atrevido – su cara se transformó en un rostro feroz y sediento de venganza, miró a Deborah y fue como si la leyera el pensamiento - “La Orden De Su Majestad”.
-Lo siento, no conseguí verlo con claridad pero lo que sí puedo decirle es que no era huma...
Deborah no tenía más fuerzas para hablar y cayó muerta en un sueño del que no volvería.

Nicolás soltó un grito de rabia que hizo estremecerse a todo palacio. Se quedo allí quieto no pudiéndose creer lo que había pasado. Los minutos pasaban y Nícolas seguía en el mismo sitio quieto sin poder articular palabra hasta que de pronto uno de los médicos interrumpió ruidosamente la habitación. Nicolás se le quedo mirando sus desconcertantes ojos verdes. Pero él medico y hechicero más antiguo se armó de valor y le dijo:
- Mi señor, - trago saliva – cuando Deborah vinos a vernos, enseguida intuimos cual era la razón de su crítico estado, pero no nos lo podíamos creer e hicimos unas comprobaciones y pruebas, pero al final todo fue en vano pues todo lo que mas temíamos se revelo ante nuestros ojos.

Le enseñó la herida que había matado a Deborah. Esta era de espada, de eso no cabía duda pues la misma Deborah se lo había contado, pero no era una herida causada por una espada cualquiera. Se trataba de una espada cristalina. En ese momento Nícolas se acordó de la leyenda que su institutriz le había contado en una de sus lecciones, cuando no era más que un niño:


“La leyenda de las espadas cristalinas narraba la historia de cinco valerosos caballeros. Los cinco formaban un escuadrón invencible, juntos eran indestructibles. Todos los admiraban y alababan sus hazañas, pero en el fondo todos temían que un día llegaran a ser tan poderosos que nadie les pudiera hacer frente.
Ajenos a todo esto, los guerreros recibieron como regalo una hermosa y poderosa espada cada uno, pero estas no eran unas espadas cualquiera, cada una de ellas tenía una habilidad oculta, pero sobretodo muy poderosas.
Un día los caballeros fueron corrompidos por una poderosa fuerza y comenzaron a asesinar a miles de personas inocentes.
El hechicero que les había regalado las espadas, temeroso de lo que estas eran capaces de hacer, decidió urdir un plan para ya no eliminar a los caballeros, ya que esto era imposible, sino para evitar que siguieran produciendo aquellas atroces matanzas. Para ello realizó con todas sus fuerzas y las de la diosa Lauma un hechizó que les haría ser victimas de una maldición que les congelaría para toda la eternidad.
En cuanto a las espadas, el hechicero no podía destruirlas debido a que eran indestructibles, así que decidió mal decirlas a ellas también, de tal forma que si la persona que la empuñase no fuera digna de su regalo, este desaparecería y solo sería una vulgar espada.
Aun así, para mayor precaución decidió esconderlas cada una en un lugar recóndito. Hasta ahora, de las cinco espadas solo tres han sido encontradas. Una pertenece al rey, otra al príncipe Nícolas y la última, pero no menos importante a uno de los forajidos que luchan contra del nuestro amado rey, a uno de los miembros de “La Orden De Su Majestad”.
La espada del rey era de hoja ancha y pesada, poco manejable pero letal en cada mandoble. La de Nícolas en cambio era de una hoja mucho mas fina que la de su padre. Con ella se podían dar muchísimos golpes de seguido ya que era muy ligera y cualquiera de sus cortes son perpetuos ya que siempre dejará una cicatriz que nunca cerrará al que sea victima de su poder. De la última no se sabía nada ya que nunca nadie la había visto, o por lo menos no había vivido para contarlo.

Del hechicero desde entonces nada se volvió a saber ya que tuvo que usar todo su poder y parte del de los dioses para liberarnos de aquellos caballeros. Escondió las espadas y desapareció para siempre.”

Después de estas reflexiones Nícolas se dispuso a ir a los aposentos del rey para informarle sobre la nueva situación.
El camino para llegar a los aposentos era muy largo y complejo, pero Nícolas ya sé los sabia de memoria, pues sus habitaciones estaban justamente en los lados opuestos.

La relación de Nícolas con su padre nunca había sido muy normal, nada tenía que ver con la relación de un padre con un hijo. Él achacaba todo a que ningún hijo tenía un padre como rey y que ningún padre tenía un príncipe como hijo. En realidad él no creía esto, incluso aunque pocas veces, deseaba haber sido un niño normal en una familia normal.
Nícolas poco sabía de su madre, esta había muerto a las pocas horas de nacer él y por lo que le decían se parecía mucho a ella, por que lo que era a su padre Nícolas no se veía ningún parecido.
A los cinco años Nícolas ya empezó a entrenarse para ser caballero y aunque era una edad un poco joven para comenzar en el uso de la espada, resultó que tenía muchas habilidades con ella. A los siete años ya era todo un maestro.
Uno de los mejores días en la vida de Nícolas fue el día que su padre le regaló su preciada espada. Su padre le había contado que perteneció a uno de los mejores caballeros que había existido jamás en Lauma.

Primero tenía que atravesar el largo pasillo central. En él a los lados había decenas de cuadros con la esfinge del rey. También había algunos cuadros con su esfinge pero muy escasos.
Después del pasillo central, atravesó una gran puerta hecha de oro, y por fin a lo lejos diviso a su padre que estaba reunido con algunos de sus consejeros debatiendo sobre algunos asuntos del pueblo llano. Después de esperar a que terminase la reunión el Rey le hizo un gesto para que se reuniera con él.
- querido hijo ¿qué ha hecho que nos honres con tu presencia?-dijo el rey con cara de haberse sorprendido por la presencia de su hijo.
- Padre ha ocurrido algo terrible y que no nos esperábamos, han matado a una de nuestros espías en la tierra.-contesto Nícolas con voz un poco pastosa de antes.
- Bueno pues envía otro, tampoco nos vamos a inquietar mucho - dijo el rey tranquilamente – ya han muerto muchos no creo que la muerte de otro suponga un grave problema-dijo su padre con media sonrisa en la boca.
A veces le sorprendía lo indiferente que se comportaba su padre con la gente que él consideraba poco importante.
- Mi Señor, eso no es lo mas grave. El arma que le mató es una espada legendaria. Todavía no sé cuál. Pero lo que sí sé al cien por cien que esa fue el arma que lo mató.
Ahora el rey si pareció atender. Su cara parecía un poema, en ella se podían ver grandes atisbos de odio pero de miedo a la vez.
- Malditos ”La Orden De Su Majestad”, me tienen ya hasta las narices, siempre entrometiéndose en nuestros planes. Pues habrá que darles un escarmiento, ¿no crees hijo? - dijo con mirada de pocos amigos.
- Sí, claro.
El escarmiento consistía en torturar a alguna pobre gente, lo que haría mella en los corazones de los ”La Orden De Su Majestad” y les haría replantearse la idea de sí merecía la pena lo que hacían, Si compensaban las muertes de personas inocentes por el fin que se proponían.
Poco después regresó a su despacho, lo que había sucedido le había dejado muy pensativo. ¿Cómo el vigilar a un simple humano causaba tantos estragos?
Decidió que era hora de llamar a la más eficiente de las espías que tenían.
Hacía ya algunos años que había tenido una fuerte discusión con su padre, pero en estos instantes se acababa acordaba del motivo de la misma: Quería quitarle a su mejor espía para que espiase a un simple humano.
Pero ahora creía saber que no era un simple capricho de su padre y se dispuso a llamarla.
- Meredith, haz llamar a Kate... y que venga lo antes posible.
Espero impaciente contemplando el fuego a que llegase.
Mientras llegaba se puso a admirar su espada a la que sentía como si formara parte de su cuerpo.
Tock tock. Llamó Kate a la puerta.
- Pasa – dijo sentándose derecho y muy serio dejando a su espada en la vitrina.
- Me habéis hecho llamar señor – dijo asomando la cabeza
- Si, siéntate por favor.
Cerro la puerta y entro despacio y mirando al suelo cohibida. Cuando estuvo situada, Nícolas empezó a hablar:
- Tengo entendido Kate que sigues con el trabajo que te encomendó el rey hace unos años ¿no?- la miró implacable.
La chica no sabía que responder. Era verdad que seguía haciendo ese encargo pero no quería que su señor se enfadase con ella, ya que había visto lo que les pasaba a los que molestaban o mentían a Nícolas.
Él intuyo lo que la atormentaba y le dijo en un tono más cordial:
- No te preocupes ya sé que sigues trabajando en ello, solo quería saber que tal te va en la misión, ya que fuiste una de mis mejores espías.- hizo una pausa eligiendo las palabras con las que iba a empezar- Tengo entendido que en la Tierra, espías a un humano y quería saber quien es esa persona y porque está relacionado con la muerte de mi espía.- dijo penetrándola con la mira y cambiando el tono de su voz, como si solo pudiese enterarse él de la respuesta.
- Esto... pues... - la chica se queda callada sin saber bien que decirle.
Nícolas espero paciente aunque nervioso y expectante.
- La verdad señor no lo sé y tampoco creo que este autorizada a contárselo.- dijo incomoda esperándose lo peor.
Él se quedo frustrado pero sabía que por la fuerza no conseguiría nada y volvió a intentarlo con otros métodos.
- Esta bien te entiendo, entonces dime el motivo por el que lo espías y su nombre.- “así con el nombre y unos pocos datos más me enterare de todo”, se dijo
- Lo siento señor pero su padre me dio órdenes estrictas de que no podía contárselo a nadie.- dijo en un susurro.
Nícolas estaba a punto de explotar, como es que siendo el hijo del mismísimo rey no se podía enterar de una cosa ten insignificante, pero se intento calmar diciéndose que así no llegaría a ningún sitio.
- Ahora señor si me lo permite, me gustaría retirarme.
- Esta bien Kate puedes retirarte.- dijo dándola la espalda.
La chica no se lo pensó dos veces y salió casi corriendo del despacho.
Nícolas estaba frustrado por no haber conseguido la información y no haber podido saciado su intriga, pero pensó que así sería mejor ya que puede que fuera mas seguro no involucrarse en ese tema y, decidió dejarlo por ese día.

Por la noche, mientras dormía, Nícolas tuvo un sueño.
Soñó con la chica más bella que había visto nunca. Esta corría y corría huyendo de una alta y robusta sombra que la acechaba. Nícolas para sí le pedía que corriese, que no se dejase alcanzar, pero la sombra era más rápida y ya no le separaban mas que un par de metros.
De pronto la sombra se quedo quieta observándola con exactitud, observaba aquellos ojos azules llenos de vitalidad, mientras ella solo podía chillar. La sombra cogió su espada y se dispuso a matarla. De repente Nícolas se despertó sudando. Había tenido muchos sueños, pero ninguno como ese.¿Quién era aquella misteriosa chica?